Pero no lo ví;
no apareció.
Desde aquel día, todas las noches el miedo me acosa.
Lo adivino cerca de mí,
lo adivino detrás de mí.
No se presenta,
pero me hace temer.
Y ¿por qué temo, si no ignoro que fue alucinación,
que no existe, que no es nada?
No hay comentarios:
Publicar un comentario