MALA COMO LAS ARAÑAS (La Conjura de los Necios, NOLA)
-Déjele en paz -dijo el señor Levy a la señora Reilly con cierta firmeza. Aquella mujer no le daba ni una oportunidad a su hijo. Era casi tan mala como su esposa. No era raro que Reilly fuese el desastre que era.
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