Los grandes edificios como las grandes montañas son obra de los siglos.
Con frecuencia el arte se transforma cuando ellos están en plena construcción:
Pendent opera interrupta, y continúan tranquilamente siguiendo las normas de la nueva moda.
El nuevo arte toma el monumento como lo encuentra, se incrusta en él, lo asimila, lo desarrolla según su fantasía y lo termina si puede hacerlo;
pero todo ello sin molestias, sin esfuerzos, sin reacciones, siguiendo una ley natural y tranquila;
es como un injerto que se hace, una savia nueva que circula, una vegetación que renace.
Es verdad que, en las sucesivas soldaduras de dos artes, en las diferentes plantas de un mismo edificio, existe materia suficiente para buen número de gruesos volúmenes e incluso para una historia natural de la humanidad.
El hombre, el artista, el individuo desaparecen por completo ante esas grandes masas sin nombre de autor en las que la inteligencia humana toda queda resumida y simplificada;
es como si el tiempo fuese el arquitecto y el pueblo el albañil.
(Lo anterior fue escrito por Víctor Hugo acerca de la Iglesia de Nuestra Señora de París, una iglesia gótica)
La Biblioteca Nacional de México fue fundada el 30 de noviembre de 1867 por el gran estadista mexicano del Estado de Oaxaca, el prócer de la causa liberal en México Benito Juárez.
La Biblioteca Central de la UNAM (que aparece en la foto) está decorada con murales realizados por el artista mexicano Juan O'Gorman.
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IL POSTINO
miércoles, 22 de septiembre de 2010
LOS GRANDES EDIFICIOS
¡ LIBRO......LIBRE.....LIBERAL !
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