REGENERACIÓN

Es una palabra rimbombante, pero que tiene que convalidar con acciones en esa dirección, porque aunque haya sido una idea brillante, que refulge como un sol, tiende a opacarse si se enreda con errores del pasado que se quieren dejar atrás.

Si se trata de dar fuerza a la generación que fracasó, y ahora se presenta por ejemplo el reciclado como el nuevo PRI, se queda en espera de cambios de actitud, y no en la reinstauración de un viejo régimen al que ya se le mostró antipatía y aparentemente se le puso punto final. Si se trata del reciclado de la generación fallida, se estigmatiza que los mismos van a seguir haciendo lo mismo, o el que fracasó una vez volverá a fracasar otra vez. Por ello, si Regeneración se queda en palabra hueca o sin sustento para una real transformación, sólo se queda en una magnífica idea que vuelve como el alcohólico a caer con el mismo vicio.

Él que se portó mal, y que fue castigado por la voluntad ciudadana, parece que ha replanteado su estrategia, y que se presenta ante la sociedad con una nueva faceta, y un ejemplo fue cómo se cierra el asunto de las elecciones discutidas y disputadas por la presidencia del PRD, puestas en entredicho por los medios de comunicación, y que tuvo que ser resuelta por Tribunal Electoral, se recuerda que se llegó a pedir perdón por esa desorganización y por las riñas internas. Entonces se busca el pedir perdón o el volver a empezar, mas es decisivo que se busque la confianza popular, y por ello el discurso debe cambiar, no es garantía aplicar la misma técnica oratoria que ha mostrado su límite, y que conlleva a un desgaste mayor. Si no se apuesta a modificar el entorno, si no se apuesta a que la gente se involucre, se cae en el cliché, en el dejá vu, en pan con lo mismo, en que el discurso sea predecible y parte de la aritmética electoral, es decir, no se llega a nada con un discurso que ya es esperado, catalogado, encorsetado, que se queda en los mismos oyentes que pueden ser ya fanáticos, mientras que la élite con placer controla un escenario donde no va a pasar nada porque no vislumbra imaginación o donde todo es inamovible, sometido, de almas en pena como en la Comala de Rulfo.

El ingenio fue atrevido con la palabra Regeneración, porque llega a tocar el conflicto de los trabajadores eléctricos, como poniendo otra vez en marcha a la energía, pero a la vez si no se plantea un proyecto que gane electorado, la regeneración puede quedar en una simple recarga de teléfono celular que se agota y se queda sin saldo.

El proyecto polémico de la legalización de matrimonios y adopción aprobado por los asambleístas de la Ciudad de México ha generado esa discusión social y estar a favor o en contra, pero ha movilizado a la sociedad.

Ebrard ha manifestado que todo aquello que lleve a que las personas puedan vivir en libertad, a que no vivamos en el prejuicio, a que nadie sea excluido y perseguido por preferencias sexuales, por su ideología, por su color; todo lo que nos lleve a que se pueda vivir en libertad, es algo que merece la pena ser apoyado y respaldado.

Y Ebrard fue contundente: "La moral de una iglesia no puede ser el fundamento de una ley, porque somos un estado laico por fortuna. Yo respeto la posición de cada cual; cada quien tiene el derecho a pensar de manera distinta. Lo que no se puede hacer, me parece a mí, es imponer una moral en la ley".

La reforma política que se espera muy positiva para la Ciudad de México, si se logra convencer a la mayoría de los asambleístas de que cuentan con la oportunidad para introducir esos instrumentos democráticos que favorezcan la comunicación de la gente con sus gobernantes. Y con ello, crean condiciones de cambio que otra vez tendrán a la sociedad opinando a favor o en contra, pero de situaciones que inciden en la vida cotidiana tomando en cuenta a la gente. Por ello, el coordinador del PT Orive fue enfático, que no se reviente la reforma política en la Ciudad de México, y pues muchos asambleístas estarán convencidos del logro que se alcance impulsando la reforma política, todo parece indicar que en la administración federal se tienen más bloqueos y obstáculos para la soñada Reforma del Estado.

Regeneración involucra que debe haber cambios, que debe haber lustre, una nueva faceta, ya no más el recicle del recicle. Por ello, es muy valioso lo que va consiguiendo la Asamblea de la Ciudad de México, en aras de construir un cambio de intervención de la sociedad en los asuntos políticos.