De pronto, se da el viraje, Andrés Manuel sabe que si convalida la alianza entre la izquierda y el PAN, ya no podrá ser el candidato de esa izquierda corrompida en su ayuntamiento con el PAN, cuestión de moral de un líder izquierdista purista o fundamentalista, causa un problema de conciencia irreversible para la gente y para los seguidores de López Obrador quedarse con los brazos cruzados cuando ya no son factores influyentes en las próximas elecciones estatales. Gabino Cué ha pintado su raya, en la boleta no estarán personajes nacionales.
Es desesperada la línea de Andrés Manuel, en cuanto a solicitarle al PT que rompa las alianzas donde se encuentra el PAN, supongamos que Andrés Manuel ya no tenga partido o le queda el PT, él apostaría a que un gran movimiento ciudadano vote por él, por ahora López Obrador ha tachado de alianzas condenadas al descrédito de la izquierda porque se alían con las mafias del poder, pero aquí el asunto de mayor importancia es si habrá competencia electoral para el 2012 o si de plano todo el pastel será para los avorazados príistas, por lo pronto la reina Beatriz se luce con esplendor contando sobre el pacto con Gómez Mont, y hubo respuesta de Ortega aludiendo que eso es "cinismo". Pero si Andrés Manuel revisa los resultados del 5 julio del 2009, los números para dar batalla en 2012 son magros, pobres, casi marginales, ¿será que Andrés Manuel pretende dar la batalla simbólica pero ya muy por debajo del 17% que cosechaba el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en las tres contiendas presidenciales donde tuvo participación? ¿será que Andrés Manuel aterrizará o de plano se creyó que con un 35% de los votos en 2006 se obtiene una mayoría o una legitimidad invulnerable? ¿será que quiere dar la batalla simbólica, porque no se quiere quedar atrás del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, ya que pone los principios ante todo como parte de su vida política, aunque lo tachen de ridículo, de desvarío, de infructuoso? Pero López Obrador no tuvo la oportunidad de crecer cobijado por la aureola de integridad en su vida política, se recuerda su origen con las marchas, bloqueos de pozos petroleros, y se repite la dosis con el tianguis que bloquea Reforma para protestar por la discutida elección del 2006 avalada por el PRI. Por ello, Andrés Manuel permite las alianzas de facto, aunque su discurso pretenda ser purista, desde luego que aceptaría al PRD impuro que se ha aliado con el PAN, pero él quiere dar la imagen de que está en contra de las alianzas contranatura. Una vez cercano el 2012, López Obrador borrará sus principios y acepta si se encuentra todavía con la suficiente popularidad, ser el candidato óptimo de la izquierda, porque mantuvo sus principios cuando el PRD se entregaba a la alianza ciudadana contra los cacicazgos, pero ahora sí necesita del PRD olvidándose de que tuvo alianza con el PAN, porque lo necesita o utiliza para ganar en su hipótetico segundo intento para conseguir la Presidencia. ¿por qué ahora abre los ojos Andrés Manuel y mira lo sucio de la alianza PAN-PRD, y luego cerca del 2012 se le olvida, usa detergente, y utiliza al reluciente PRD como su posible plataforma para el 2012? Por mínimos principios Andrés Manuel se queda marginado a usar al PT, que supuestamente renunciara a las alianzas PAN-PRD, pero en Oaxaca, elección estatal, el PT estatal está con Gabino Cué, es como si la óptica del líder nacional fuera muy diferente a la óptica de los líderes estatales. Se lo avisó Gabino Cué a su amigo asiduo visitante de Oaxaca el tabasqueño López Obrador, los líderes nacionales no estarán en las boletas electorales estatales, la realidad que quiso proyectar Andrés Manuel no converge con la realidad que se vive en los estados con más de 80 años de cacicazgos por parte del PRI. Y Cué ya reconoce a Calderón porque si no para qué participar en elecciones que son regidas por un sistema previamente instalado. Es como señalar el vicio de que las elecciones en Durango, Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Veracruz están contaminadas de inicio porque las organizan o están inmiscuidos los gobernadores príistas. Los tiempos que se viven son álgidos, pero la mesura era lo propio si Andrés Manuel quería ayudar a la Izquierda, que unida al PAN, no tiene fácil poder arrebatar esos bastiones de príismo. Si las alianzas ciudadanas no triunfan y quitan esas arcas de dinero al príismo rancio, las elecciones de 2012 parecerían una farsa, donde sólo existe un partido fuerte, el nunca vencido partido de Estado durante casi 70 años, que vuelve a colocarse como el único partido fuerte de México, con la falta de libertad, la falta de voces disidentes, la falta de democracia, y ya no se vale llorar, México sería el caos que avizoran las voces extranjeras.
¿será que Andrés Manuel quiere dar la batalla simbólica o piensa en ganar? Si es una rabieta, una obcecación, rebelarse por el presumible fraude de 2006, los canales dignos para tal fin, es la organización de un movimiento que no participe ni en las elecciones sino que sabotee cualquier elección, con ello se refiere a ser "el contreras" o el "ingenuo radical" que de facto siempre estará en contra de todo lo que se haga, es decir, ya no queda opción de más facilidad que ser la antitesis, el polo opuesto. Esto conlleva a que Andrés Manuel ni mira participación ya en el 2012, es un boicot tempranero a todo lo que venga. Se respeta que López Obrador pudo y no lo hizo, movilizar a la gente a las calles para presionar por la anulación del vicio y perjuicio en las elecciones del 2006. Pero ahora, con ese rating obtenido de menos del 12% de la población, la Izquierda debe estar en el tenor de tender el lazo, de signar acuerdos, de promover las alianzas ciudadanas contra los cacicazgos, si la Izquierda se encierra se volvería marginal y sin influencia ante las acciones que realizaría la instalación de la monarquía príista en Los Pinos. Los tiempos cambiaron, y el 2006 no es el 2010, y el 2012 no es el 2006 ni el 2010, el ambiente, los ciudadanos, le pedirían a Andrés Manuel y al PT que no se coloquen como factor contrario al triunfo de las alianzas ciudadanas que derriben los arcaicos cacicazgos que dominan Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz. Si Andrés Manuel oye la voz del pueblo, que vaya y pregunte en donde habrá elecciones estatales cuál es el sentir de los ciudadanos, ahí en los estados, con gobiernos príistas de 8 décadas que quisieran perpetuarse a la eternidad, que López Obrador se deje de su fútil demagogia (que la mafia, que los rateros...) y que se asuma como ciudadano preocupado y vaya a que lo convenzan que si no cambia la situación en esos estados de priato, la gente de esos estados va a ser la primera que va a dejar de votar en el 2012, que busque a los actores políticos, a Aispuro, a Xóchitl, a Francisco Xavier, a Guadarrama, a los protagonistas del complicado ambiente electoral de Veracruz, al candidato panista de Puebla, pero que ya no hable en contra de las alianzas ciudadanas porque afecta primeramente la posibilidad de que su amigo Gabino Cué logre la transición en Oaxaca. Si López Obrador sigue en su papel de lanzar dardos contra las alianzas ciudadanas, tal vez llegará a frustrar su triunfo, y que se olvide del 2012, no tendrá ni plataforma, ni la gente ya lo considerara como posible opción, López Obrador sería un demagogo, alguien que juega a título personal, alguien obsesionado por el poder pero que ya no le alcanza para conseguirlo. Por ello, la batalla simbólica de López Obrador o quien se diga de Izquierda está en reconstruir los lazos con los ciudadanos, Encinas mencionaba que si era Xóchitl no estarían en desacuerdo, Camacho ha manifestado abiertamente que si no ganan las alianzas ciudadanas se pavimenta el camino para que el PRI gane la Presidencia en 2012. Si Andrés Manuel no va y pregunta lo que quieren los ciudadanos, no se puede asumir de líder del pueblo, a lo mucho sería un vulgar mesías del que ya se saben la cantaleta, que precisamente ya no conmueve como lo logró en la elección del 2006.
Es muy cierto de que habrá una crisis en el PAN y el PRD al concluir la jornada de elecciones del 4 de julio, sí, en ese momento se debatirá el partido que quieren los militantes, y habrá purgas de quienes aprobaron las alianzas o de quienes se mostraron reacios a las alianzas. Pasado el 4 de julio, viene el ajuste de cuentas, ¿qué tipo de partidos serán el PAN y el PRD? Como ya lo han comentado si pierden las alianzas, ganarán los radicales de derecha y de izquierda, y el escenario es campo fértil para que el PRI gane con los ojos cerrados la elección de 2012. Pero si ganan las alianzas, se teje un país diferente, habrán parado al PRI en su intento de someter nuevamente y anquilosar la vida pública de México, tanto el PRD como el PAN tendrán competencia sana para elegir sus candidatos en el 2012, y se habrá salvado el Sistema Democrático, pero la apuesta de quemar las alianzas ciudadanas en una hoguera, es tan preocupante como querer expulsar a Clouthier o mantener a Gómez Mont sin militancia panista en Gobernación. Pero, desde luego, si hay una batalla simbólica que López Obrador debe librar, no es contra la oligarquía, a quien francamente dan risa los sermones de Obrador al "pueblo bueno" que ya lo tacha más como chachalaca que como un político serio, y eso beneficia a que los titiriteros usen de Obrador como su principal arma para que la Izquierda no encuentre concordia. La batalla simbólica si Andrés Manuel quiere recuperar credibilidad es pactar con los ciudadanos de los estados donde se celebrarán elecciones, pero ya lanzó en su periódico Regeneración sus máximas para conminar a la expulsión de la gente que simpatice con las alianzas, y parece que lo mejor sería dialogar como lo ha venido haciendo Camacho para tejer ese movimiento ciudadano para la transformación de México, en esa tesitura de que si la Izquierda no gana, puede llegar a tener una presencia marginal en el país pobre que la necesita, lo que sería vergonzoso. La batalla simbólica no está perdida, parece estar extraviada, en como dijo el panista Madero quienes critican las alianzas, apoyan al PRI. Pero si la apuesta es una batalla vulgar, no importa qué perorata se eche Andrés Manuel, la ciudadanía está checando que lo que tiene es apetito de poder, y la batalla simbólica para creerle que le fue robada la elección y él es el mejor posicionado para el 2012 está perdida de antemano, no es para preocupar a la soberana Beatriz, al taimado Beltrones o el galán de tvdnovelas Peña Nieto.
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IL POSTINO
viernes, 19 de febrero de 2010
LA BATALLA SIMBÓLICA
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