RETÓRICA INALCANZABLE SIN GOLPE DE TIMÓN

Hay niveles de retórica, el flautista de Hamelin moderno ya no señala la diferencia semántica entre palabras que los niños saben que significan lo mismo, si quiere encandilar la estrategia es regenerar su discurso.

López Obrador deja ver su vulnerabilidad, y ya avisa que quizá no gane en la próxima contienda presidencial: "Si en el 2012 la gente dice 'quiero más de lo mismo', si no despierta y decide que quiere que continúe la misma política de opresión y de injusticias, ni modos, ya nosotros hicimos nuestro trabajo; si la gente dice 'nos gusta la mala vida', y si se da una especie de masoquismo colectivo, ni modos, pero que nosotros estemos tranquilos, porque ya informamos"

y adiós a sus seguidores, fanáticos, fieles: ¡López Obrador hizo su trabajo! ¡López Obrador informó!

Pero la realidad es que López Obrador no está haciendo su trabajo, ni está informando lo que la gente quiere escuchar, su discurso se empecina en tirar a la gente del dinero pero sin imaginación, su discurso es trasto viejo y ya no convence, tal pareciera que no desea ganar, está inyectando el odio para derrocar al régimen, pero cómo convence a los mexicanos que quieren propuestas, a los que no les gusta la confrontación.

Una muestra del discurso de los adversarios de López Obrador en boca de la soberana Beatriz: "Quien iba a decir que apenas tres años después el partido del presidente que fue repudiado y calificado de espurio por otra fuerza política, celebraría alianzas con aquellos que han sido los detractores principales de su abanderado y con quienes no tienen coincidencias programáticas ni en los derechos civiles ni en el desarrollo económico para México."

Si Andrés Manuel no visualiza lo que implica la retórica de la soberana Beatriz, ella añade que
"Amnesia sobre los principios y las posiciones programáticas o apetito de poder sin el menor respeto por los ciudadanos o simplemente ambición y oportunismo y mayor desprestigio de la política ante la sociedad"

Andrés Manuel se va por la ruta fácil y las críticas facilonas, aceptando la máxima de Azcárraga de que se hace tele o imagen para que lo entiendan los mexicanos, que no poseen un coeficiente intelectual para preocuparse. Es inaceptable que un político de nivel, se la pase diciendo lo que cualquier niño ya sabe sobre que "ladrones" y "rateros" significan lo mismo, o que las marcas de refresco de cola de las transnacionales son diferentes, quizá hasta ya son monopolio, pero las etiquetas son diferentes y para un niño eso marca la diferencia. Y el colmo es regañar al niño gordo del baseball que si come pastelitos, refresco de cola, y que por consumir comida chatarra no debía estar en la Secretaría de Hacienda. Pero López Obrador gusta de mentirle al pueblo, es muy probable que el niño gordo del baseball sea un fanático del baseball y por eso le gusta estar gordo como muchos managers famosos de ese deporte, pero las comilonas de este niño gordo del baseball son en restaurantes de lujo con verdaderos banquetes, es muy improbable que tenga el gusto por la bazofia, sus ingresos le permiten seleccionar un buen gourmet. Con ese discurso estilo Chesphirito, Andrés Manuel sólo hace que esten divertidos la gente de arriba, de como una sociedad que quiere avanzar, permite que haya políticos que quieren tomarle el pelo al pueblo. Comparando el discurso de la tlaxcalteca Beatriz con las payasadas brozaicas de López Obrador, se nota que el tabasqueño Andrés Manuel sólo quiere hacerse el chistosito de cómo maneja a su antojo al pueblo de México, con un discurso acartonado, donde la ofensa vulgar es la propuesta.

Pero la credibilidad está en la retórica, si López Obrador no alcanza el nivel de discurso de Beatriz, que mejor aborte su intención de ser candidato, pareciera que el Chomphiras es quien habla de que "los ladrones" y "los rateros" son la misma cosa, pero él es caquito, que se le puede hacer.

Si Andres Manuel no regenera su discurso, si no regenera su campaña política, sus aspiraciones serán la crónica de un fracaso anunciado. El gran Mao corregía el rumbo, y daba cambios abruptos en la dirección de su política, se le llamó "El Gran Timonel", y quiere decir que por el apoyo popular que tenía, podía dar cambios abruptos de 180° para seguir con el poder y la simpatía popular. Parece que Calderón ya le está robando más que la cartera a López Obrador, las alianzas ciudadanas encabezadas por el PAN y el PRD demuestran que Calderón se acercó a la Izquierda, y no parecen increíbles los abrazos a Chávez, Castro, Evo, ya se están acercando a la integración latinoamericana y no seguir tan sometidos a la América del Norte. Desde luego, que Ebrard halagando a Evo, también le está quitando un poco de imagen al sobrevaluado Andrés Manuel para este 2010. Y hasta Monreal se coló por adelante de Navarrete en la interparlamentaria de La Habana.

Lo preocupante es que la soberana Beatriz y el demócrata Nava dejen que los pisoteen las instrucciones del Estado de México: ¿por qué dejar que se luzca Peña Nieto? ¿dejar que anticipe que en su Estado de México no habrá alianzas que contaminen su legado príista a otro príista? ¿o dejará Doña Beatriz que con el caudal de votos y las arcas de dinero del Estado de México, Peña Nieto se imponga como candidato? ¿para qué pactar por el Estado de México, tanto miedo hay de que las cosas se salgan de su estabilidad? Pero poner a Peña Nieto sería seguir desprestigiando a la política, dejar que el marketing de una figura de la tele siga embobando a quien lo legitime.