Sobre lo inexplicable, siempre es conveniente asociarlo con lo que no se puede percibir, el humano lineal reacciona midiendo y después tomando decisiones, y cuando se encuentra hundido en el terreno de la incertidumbre busca un soporte en una creencia espiritual que lo cobije.
La sabiduría china, enuncia con Lao Tsé: "el dios que puede ser nombrado no es el Dios".
Obviamente el humano se facilita su existencia inventándose creencias y fanatismos tratando de evitar resolver sus propios conflictos internos, por ello al crearse una imagen que solucione su encuentro con la Divinidad evaden buscar el entendimiento de esa fuerza superior e inexplicable que los rige, y lo confinan a un ritual del que no se forman conciencia porque es mejor evitar la duda, lo que no se sabe, es más cómodo asignarle a todo un orden que atreverse a mirar lo que es oscuro. Es por ello, que siempre el sacerdocio se ha impuesto como "los que saben lo oculto" y la feligresía los sigue porque les gusta que otro les "guíe el camino", les "solucione sus problemas existenciales". Por ello, ha llegado a la posteridad esa frase contundente de que "La religión es el opio de los pueblos", la que los mantiene adormecidos o anestesiados.
Regresando a Lao Tsé, es brillante al desenmascarar esa hipocresía de "tomar lo fácil", "tomar lo a la mano", como que adaptándote a la imposición de ídolos, como fueron las grandísimas construcciones de iglesias para someter a otras culturas; con el carácter del seguir lo que hace el otro como copia fiel, y no aprender a vivir con libre decisión, se da la terrorífica suma gregaria que provoca pueblos sometidos, arrojados a un líder mesiánico y entonces a la pesadilla del totalitarismo. Desde luego, hay que aprender a temer lo que no se conoce, porque es lo más racional, nadie se tira al abismo por gusto, el ser humano busca su conservación, y entonces lo que indica el gran filósofo chino Lao Tsé, es vive, experimenta, conoce, y no te cases con una idea, no seas fanático, lo más fácil es ponerle a algo la etiqueta de Dios, pero esa fue la evangelización que a punta de bayoneta impusieron a los colonizados desde Europa. Ahora, la situación es modificar las mentes, "la revolución de las conciencias", no se puede dar un cambio verdadero cuando se está viciado, acostumbrado a vivir sin sueños, esto es transformar un régimen opresor por otro, por ello el Estado Laico y la tolerancia deben ser fortalecidos en un país moderno con libertades. Pensar como la Santa Inquisición es regresar al estado primitivo de facilitarse un chivo expiatorio para con ello crearse la ilusa solución de resolver los propios conflictos humanos negando a la otredad, convirtiéndose en un estado policial donde la disidencia y las voces diferentes son reprimidas, no se trata de mutar una cárcel por otra, se trata de educarse en la convivencia de respetar los modos distintos de pensar, porque cada uno en su libertad piensa lo que le conviene y no le gusta que otros le impongan cómo debe actuar como si fuera sujeto a un régimen totalitario.
Lao Tsé va apuntando a que inicie el proceso de búsqueda de lo que es "Dios", de que abrir la vista es importante para no darse golpes de ciego, siempre ha buscado el ser humano refugiarse en el engaño, y no le deja nada, sus conflictos internos permanecen y lo esperan cada día, porque no acepta de principio que no sabe el motivo de su existencia y que por lo pronto él prefiere refugiarse o en la idolatría o en el autoengaño, pero no asume que no conoce ni sabe y entonces se refugia con el sacerdote, que le dice tú debes actuar así, y el soldado de la fe sin pensamiento propio toma la orden de quien no sabe ni le interesa su vida, porque es más fácil entretenerse con lo ajeno que preocuparse con los propios problemas, es la salida falsa, de alguien que supuestamente sabe e induce a otro que se hace el que no sabe, vivir en un país teocrático donde las decisiones te las impone un iluminado es una condena para quien nunca ha gozado de vivir con su propia libertad. Lutero fue un genio al referir que cada ser humano podía tener su propia interpretación de la Biblia, y así es, la realidad tiene muchas ópticas, y el enfermo es el que se aferra a una óptica barata donada por un ciego que se cree mejor que él, todo por no empezar ya a tomar la conducción de su propia vida.
De ese genial estudio del renacer de una mujer con el viaje de la búsqueda de su espíritu, se ha llegado a esa gran frase poética sobre Dios:
Es una frase elegante que te dice que todo cambia, excepto esa sombra de la que racionalmente no conocemos nada, y que observa siempre a la expectativa cuando se realizará la transformación aunque sea de nuestras propias conciencias para empezar.
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