PENTESILEA: ¡No! ¿No le besé? ¿Lo despedacé entonces?
¡Hablad!
LA SUMA SACERDOTISA: ¡Ay, ay! Vuelvo a gritarte: ¡ay de ti!
¡Que te cubra la noche eterna para siempre!
PENTESILEA: Entonces fue un error. ¡Besos o dentelladas!
Cualquiera que ame de todo corazón
Puede confundir los unos con las otras
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