Una oportunidad maravillosa fue cuando conocí a una mujer con el cabello recortado como una Juana de Arco, y que como dice la canción de Noa y Serrat: "tú estabas donde no tenías que estar", ella apareció como una versión deformada en un país pobre de la impactante escena de Greta Garbo en "The Temptress": servía copas en un bar donde no debía estar...
Le regalé un ejemplar de "Madame Bovary", y desapareció, y no he vuelto a encontrarme con ella, aunque fuera uno de mis deseos antes de abandonar el juego.
ES CAPRICHOSO EL AZAR
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