"Antonio puso mesa de memorialista, escribiendo las cartas amatorias que los compañeros enviarían los domingos de salida con las criadas o lanzarían los audaces con su propia mano"
"Así se inició en las letras:
TRES por UN REAL incluía CÉSAR Y LOS GALIOS
MEDIO REAL incluía NAPOLEÓN"
-y un CUARTO DE REAL incluía ASTÉRIX Y OBÉLIX-
La Sangre, es una novela desde La Cárcel.
¿ El eco de las palabras llegará a liberar a la gente?
Antonio "es como un dardo: ciego, hiere o se quiebra. Cree que su misión es combatir, exterminar y ataca sin mirar a su alrededor; no conoce a los hombres y acepta con la mayor candidez que la tiranía desaparece con Lilís.
Y como Antonio tantos otros, que se dicen intelectuales, porque poseen títulos académicos, o son lectores de novelas, o empollan de año en año un articulejo, o hacen frases y chistes más o menos ingeniosos en los corrillos. Sí, de piripao, nunca supieron el dolor que cuesta alumbrar una idea. Para ellos, no es por cierto el consejo virgiliano: cuida el árbol para que tus hijos recojan los frutos"
Arturo Aybar, su pragmático amigo, le da la sugerencia a Antonio de que lea a Maquiavelo y estudie al dictador Lilís, no sólo lance los dardos a ciegas.
Antonio con sus pasiones políticas hervorosas y con las cartas apasionadas a la mujer que amaba:
"En ambos frutos en agraz mordió con ganas, y sus jugos acidulados le producían sensaciones perturbadoras"
Al publicar sus artículos se ilusionaba Antonio:
" ¡ Cómo había manejado los tropos ! "
" ¡ Y qué sonoridades tenía su nombre impreso ! "
El público recibía los artículos:
"las lenguas se calentaban favorables o adversas".
un amigo campesino le decía a Antonio:
"mu bueno en los papeles pero no creas too no creas too"
Antonio escribía "como en un cinematógrafo
las visiones de la tiranía,
hace sonar los grilletes
y saca de la tierra los cadáveres de las víctimas"
Antonio logra renuncias de Secretarios de Estado,
hasta una catalinaria al Presidente,
y con estruendo dice:
"La Constitución es un trapo,
cuando debe ser sagrada
como la Bandera Nacional".
En La Sangre, el escritor nos recrea con palabras, imágenes del vivir en la República Dominicana y toca el tema de la tiranía y la opresión, la rebeldía y la falta de libertad, pero sin olvidar contarnos con mucho detalle sobre costumbres, festividades religiosas, platillos típicos, juegos infantiles, las formas de cortejar a las damitas, las construcciones de la ciudad, el modo de vivir campesino, es pues una novela elegante, profunda, colorida y con muchas aristas para los lectores.
Recordamos que Antonio es muy intransigente, lo discute todo, no es un hombre práctico, no tiene ideas gubernamentales.
Si fuera diputado (y no es del 'PT traidor' dixit "Juanito") la mordedura de los grillos sería su título para legislar.
Para los particulares, Antonio es un político bueno nada más que para vivir del presupuesto.
Para el gobierno, Antonio es un opositor inconforme siempre, al cual hay que vigilar y castigar.
Para los políticos, Antonio es un intransigente petulante que los enfada con sus actitudes.
Intransigente tal como si tuviera un INRI sobre su cruz.
¿tendría la enfermedad del mesianismo?
Antonio es un Espíritu de Contradicción, no es serio.
Arturo Aybar para que reaccionara Antonio le pregunta ¿Quienes son los puros?
Ni las huestes de Germán (ahora ave César)
Ni los Aguerridos Revolucionarios del PT
Ni la autodenominada Cabeza de la Independencia para el 2010
según el Grito de Los Libres.
Antonio embravecido y envalentonado lanza su fuego fulminante,
como un dragón:
"Hay que sanear por el Hierro y por el Fuego"
y se refiere a librarse de La Mafia
y se refiere a librarse de El Crimen
según la óptica roja o azul.
Antonio necesita puesto,
lo contradictorio es que quiere cambiar el Sistema,
¿acepta el puesto o logrará cambiar el Sistema?
La paradoja del político.
En el país de Antonio los intelectuales no sirven más que para secretarios de los macheteros o de los meros meros:
hay que hacerse general para cambiar al mundo.
¡ Viva la Revolución !
Sin oponer resistencia "a las revoluciones las matarán, ferrocarriles, carreteras y la riqueza" y hasta los ocsos.
Pedro, un campesino con sabiduría, le dice a Antonio:
"yo le oí decir a un Don de la Capital (no Don Capital)
que la política no se escribe".
Y no se escribe nada de nada,
cuando sube un gobierno dictatorial
que suprime las libertades civiles y las garantías individuales
hasta ahora conseguidas
y que sin más la dictadura no toleraría que se le dijera
un simplemente "esta gente no respeta la pluma"
... pero si perro que ladra no muerde !
No hay comentarios:
Publicar un comentario