EL FACTOR LEGITIMIDAD

Ver que un ciudadano que se ha ganado la simpatía popular porque es precisamente admirado, querido, da buena vibra, motiva a seguir su camino, creo que Ana está acertando en su campaña, desde que le dice a la gente que a ella le costó esfuerzo y trabajo de equipo conseguir sus logros en el atletismo, y así ahora con arduo trabajo con sus expertos ella conseguirá mejorar la delegación Miguel Hidalgo, pero primero se debe avivar el interés porque cualquier voto es indispensable para alcanzar un triunfo contundente.

Cuando un ciudadano se transforma en alguien que tiene credibilidad, que no te está contando cosas imposibles, que has observado que en su propia vida ha conseguido logros, no te desanima y enciende en ti esa posibilidad de que lo que te conviene está si con tu apoyo logras que esa persona conduzca el lugar donde vives y genere esa energía en los habitantes que los motive a desarrollarse como personas y conseguir superar las barreras que las obstaculizan para una vida plena.

Si Andrés Manuel ha encontrado eco en sus campañas, es debido a que encanta a las multitudes, que sueñan con un mundo en donde los problemas vayan desapareciendo y encarnan en Andrés Manuel a ese líder carismático que es capaz de enfrentarse a esos pillos que meten miedo, engañan, roban y son capaces de todo por aferrarse a su privilegio exclusivo, ser obedecido, disponer lo que va a pasar.

Andrés Manuel provoca y rompe ese círculo vicioso de seguir aceptando un régimen que la población en su ilusión quisiera abolir, por eso cada voto es indispensable y ganarlo cuesta crear esa sensación de ganarse el imaginario colectivo.

El pueblo de México no está dormido, y tal fue el caso del ranchero Fox con sus botas tejanas, llegó a ser Presidente, y no daban un centavo por ese pelado lengua suelta, pero con quienes muchos mexicanos se sintieron identificados por su excentricidad, y en la imaginación oculta de que si Fox llega a ser exitoso algún día podrán serlo también ellos, porque no está vedado que podamos soñar.

Desde luego, que con el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas también se daba esa sinergia de muchos factores, desde su oposición al PRI, el primer valiente que se atrevió al cisma, y desde luego hijo del Presidente de la Expropiación Petrolera, y además el icónico nombre de Cuauhtémoc, el último emperador azteca, en el imaginario colectivo Cuauhtémoc llegó a convertirse en la verdadera revolución que necesitaba México para salir de las pugnas estériles, y pues el cariño popular se le manifiesta todavía, y por algo fue candidato presidencial en tres ocasiones, y casi pudo alcanzar el logro de Miterrand.

Marcelo, otra vez, las imágenes de alguien forjado en la política desde hace mucho tiempo con otro de los que llegaron a aspirar a la Presidencia, Manuel Camacho, lo que aparece con motivación es la posibilidad de que alguien joven y capacitado como Marcelo se encuentre en una posición de poder privilegiada, y lo más interesante es que su logro se lo ha construido con luchas maratónicas, ya que conseguía reunirse con gente que necesitaban de su apoyo, y ya siendo diputado independiente, no dejo de acercarse a la gente, por ello no es sorpresivo que haya logrado ganar la Jefatura de Gobierno, pero no hay bola de cristal, y Marcelo a pesar de su trayectoria política no esperaba estar ya a un peldaño de la Presidencia, pero nuevamente se requiere crear en el imaginario colectivo que la persona que llegue transformará el ambiente asfixiante de no crear esperanzas de desarrollo en el individuo.

Por lo anterior, yo veo que Ana Guevara, en su primera incursión en la competencia política, no debe rendirse ni escatimar en que su contacto con la gente, la ilusión de vivir que ella inspira, llegue al mayor número de almas, al mayor número de mentes, porque debe vencer al elitista PAN excluyente (Sodi y Germán se consiguen públicos a modo) y debe conquistar el voto y ahuyentar el abstencionismo y el voto nulo patrocinado por los medios informativos pudientes, porque el futuro está en su voto y es una conducción por una política no convencional la triunfadora Ana Guevara.

¡No se confíen en las encuestas, salgan a votar!