Visitas al sitio

IL POSTINO

IL POSTINO

miércoles, 3 de junio de 2009

LA MENTE Y EL MESÍAS

.
Dunas

Historia épica de ciencia ficción, que coloca la mente y sus cambios en el individuo como punta de lanza para un nuevo futuro, de pronto la calma y la paz mantienen al sujeto dormido, sin complicaciones sin contradicciones, pero el crecimiento se da sin oposición, pues dentro el alma de cada uno es una fuente de energía incontenible, es como si lo que debiera suceder estuviera almacenado, guardado, esperando que uno tome la guía de lo que su propia alma le pide, o más bien le ordena.

En la energía de los sueños se encuentra la premonición de lo que puede acontecer, es como si esas imágenes que pasean por nuestra mente refuerzan eso a lo que estamos predestinados, y esto apunta a que tenemos una predisposición hacia nuestros actos mantenida como en recuerdos de la mente.

Precisamente el uso de La Voz dirigida a otras personas, conlleva en Dunas , a que estas personas olviden sus pensamientos y hagan solo caso de La Voz, es muy bello como Herbert recrea a La Voz como aquello que sopla nuestras acciones, y sin lugar a dudas ¿Qué tanta seguridad tenemos de que hacemos lo que queremos, quizá seguimos a La Voz, que controla nuestros pasos, nuestras palabras, nuestras caras?

De hecho, pareciera que esos Mentats son como orquestadores o planeadores de los hechos que ocurren en una batalla, y ellos saben más o menos lo que va a ocurrir.

La cinta Dunas es oscura, en cuanto como corre la sangre, la injuria, la traición, la intriga, en escenas de calidad magnánima, recrea esa fascinación por la crueldad, y la contraparte del odio que causa en los vengadores para enfilarse a un mundo donde cero titubeos y no ahorrar precauciones deben estar presentes en El Mesías.

Como en El Gran Pez, se tiene a un personaje que le queda chico el mundo, su alma no puede estar encajonada en un pequeño lugar, debe abrirse a lo fantástico que puede traer una aventura, una apertura a lo desconocido, la sensación de reencontrarse a sí mismo, de esa alma que dormía pero ahora ha despertado.

Es alucinante, como la Segunda Luna se vuelve algo que aparece en sus sueños, y adquiere significado en cómo será llamado por los Fremen, pero ahí recordaremos que lo que provoca la revelación o el cambio de conciencia es una droga llamada
“Especia”.

A través de la especia se logra cruzar ese mundo abierto para quién estaba dormido, le aparecen imágenes, premoniciones, significados a revelarse, y todo, porque se atreve a cruzar ese mundo sostenido o similar donde nada cambia, pero en su mente la especia sería el detonante de eso que está escondido en su alma y quiere salir.

Es una película trágica sobre el sufrimiento de quién se encuentra descubriendo su repertorio nuevo de lo que va a ser, y es trágico porque nunca acabamos por descubrirnos como seres humanos, existe una condena a ir destapando partes de nuestro ser que no han querido mostrarse, la especia es innecesaria para dar esos avances en nuestra mente, más bien son los conflictos los que nos hacen entrar en oposición a lo que sería nuestro confortable estabilidad, al igual el héroe de Dunas sufre la muerte de su padre y un destierro hacia el desierto donde se vuelve El Mesías.

Alejandro Jodorowsky (sí, el de los libros) quería realizar una saga de 10 horas de duración de Dunas con colaboradores como Orson Welles y Salvador Dalí.

No hay comentarios: