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IL POSTINO

IL POSTINO

sábado, 31 de julio de 2010

TODA MUJER ES UNA ASPASIA, M.R.

En amor, el hombre es el ratón
para quien toda mujer es la gata.
El tonto no ve la uña gris
bajo los dulces terciopelos de la pata.

Él chupa, al pobre imprudente,
el querido sudor que lo baña,
sin reflexionar que un horrible diente
está detrás de la lengua rosa.

Yo le digo en verdad,
sabio, filósofo, poeta:
uno se llena de animalidad
al ponerse en contacto con esta bestia.

La mujer sobre quien las sospechas
afilan su violento sufrimiento,
no es más que un abismo de estremecimientos
donde se gasta nuestra esperanza.

Desde el dedo del pie hasta los cabellos,
toda mujer es una Aspasia,
diciendo: "Yo, el amor que yo quiero,
es un amor de antojo.

"Tengo siempre un nuevo deseo
dentro de mis vigilias y dentro de mis sueños;
yo soy la mosquita del placer
mariposeando de hombres en hombres;

"El macho que yo codició,
yo lo amo hasta al desafío
de una o dos noches de voluptuosidad,
y después mi amor llega a ser rancio.

"Tengo sobre el cráneo un depósito
de lágrimas, hijas del capricho;
para bien manejar el pañuelo
no tengo necesidad de ser actriz.

"Mi pecho es un arsenal
que cuelga gritos, suspiros y lamentos,
también doblados de arte infernal,
que se enganchan a mis dolores fingidos."

- Así el sexo femenino
se resalta sobre mi pensamiento:
Mágico, acaramelado, bendito,
el corazón seco y el alma helada.

REVIVIERON POR AMOR

La brisa suspirando acaricia la hierba alta.
Los dos, boca abierta, caminan uno al lado del otro,
espalda encorvada, cuello endeble;
cerca de un seto en flor donde el ébano de las zarzamoras
luce sobre el revoltillo verde de las bonitas ramas,
ellos van, pareja muda.

Ellos tienen la cara blanca y los pómulos rojos;
como los libertinos que viven dentro de los antros
se les ve tambalear.
Su ojo vagamente claro dentro de un círculo de color de humo
a esta fijeza indolente y siniestra
que os hace retroceder.

Ellos tienen una tos seca, aguda, intermitente.
Ella, después de cada acceso, es toda palpitante,
y él, ¡escupe sangre!
y se le presiente la muerte a estos desgarradores síntomas,
y el aspecto doloroso de estos vivos fantasmas
oprime al transeúnte.

Ellos se estrechan las manos en un largo apretón
con el temblor del pudor obligado
contrariándose en el deseo,
y para mejor saborear el amor que les exalta,
el uno en el otro a veces se pegan cada labio,
locos de agarrarse.

Alrededor de ellos todo se despierta y sueña a rehacerse.
Hombre y bestia en pleno soplido aspiran la atmósfera,
rejuvenecidos y contentos.
Todo germina y vuelve a florecer; ellos son cloróticos;
a secas; y a cada paso de estos pobres esqueléticos
se les devuelve todo jadeantes.

Ellos solos hacen mal en ver, los amantes tísicos
con sus miradas blancas como dos faroles,
y su flaca longitud;
yo no se qué de frío, de extraño, de entorpecido
destino de esta pareja errante, azorada, casi estúpida
a fuerza de languidez.

¡Y sin embargo le hace falta el amor y sus mordeduras!
Depravados por un mal, aguijón de las lujurias,
ellos adelantan su muerte;
y el supremo impulso de su fuerza vencida
se encarna en prolongar sobre su carne agotada
el estremecimiento que les retuerce.

¡Poseerse! Para ellos que la tristeza inunda,
es el olvido de los dolores durante un segundo,
¡es el opio del amor!
ellos se sienten morir con beatitud
sobre este espasmo sin nombre del que ellos tienen la costumbre,
¡día y noche, noche y día!

Juntos pasaron por las fases fúnebres
donde los nudos incisivos de sus endebles vértebras
les tienen reventada la piel;
juntos chillaron de la misma tortura:
luego, ellos quieren pagar juntos a la naturaleza
el inevitable impuesto.

Y el césped mudo, aunque lleno de ironías,
va a ver el acoplamiento de estas dos agonías
nacer y consumirse;
y los profundos ecos repitirán los estertores
de estos dos moribundos de los que los labios tan pálidos
¡revivieron por amor!

LA VENTOSA

La Ventosa bosteza y sonríe,
siempre nueva y siempre enmascarada
para nuestro ojo loco, prudente o contrito;
la corola aspiradora y dirigida
sobre nuestra sangre que la florece.

Ella nos tienta y nos marchita
de su aliento acre y almizclado,
después, pronto, ella nos agota,
La Ventosa.

Hasta que al fin fondo de nuestro espíritu
su succión es practicada:
La Muerte, mucho menos complicada,
carcome nuestro cuerpo que ella pudre;
¡pero esto es todo el hombre que alimenta
La Ventosa!

SOMBRAS VISITANTES

¡Oh manos de ámbar rosa, manos de pluma y acolchadas
donde tiemblo tanto del espíritu más que sobre el labio húmedo,
y del sueño más que dentro del ojo azul!
¡Oh bonitillas manos!, manitas ahuecadas
que sirven al amor de pequeñas pinzas
para activar mi carne en llamas;

¡Oh pequeños pies que van como el céfiro pasa!,
dejando detrás de ellos el estremecimiento de la gracia
y la estela del deseo;
¡Oh jarretera negra con la hebilla plateada!,
diadema lasciva de una pierna esculpida
para los asedios del placer;

¡Oh senos, peras de carne, duras y sabrosas!,
montes blancos donde van a pacer mis caricias frenéticas,
cabellos de oro de los cuales yo me cuelgo;
vientre pálido donde yo leo un poema de espasmos,
muslo de mármol ardiente donde mis entusiasmos
se enrollan como las serpientes:

Es por ustedes que yo vuelvo a ver, sombras voluptuosas,
dentro de mis instantes benditos de éxtasis untuosos
y de sueños abiertos como flores;
emergiendo de la niebla nacarada de las muselinas,
¡ ustedes flotan delante de mí, platicadoras y mimosas,
llenas de perfumes increíbles !

LA APARIENCIA DE UN FALSO DEVOTO

Creyendo que yo le amaba con idolatría,
ella hubo desnudado todo eso que la cubría:
como un sol en su puesta, el Pudor coloreaba
la nube lechosa de la que ella estaba inflada de orgullo.

Y mientras que su gesto enloquecido me imploraba,
y que sus ojos profundos mojaban su fantasía,
la Verdad ponía sobre su boca florida
la suspirante confesión de su deseo secreto.

Pero mi hipocresía ardientemente calculada
mentía por todo mi ser a esta Inmaculada:
ya que, evocando entonces un vértigo antiguo,

De la apariencia de un falso devoto que dice su padre nuestro,
yo refunfuñaba un nombre que no era el suyo
y dentro de su desnudez yo encarnaba a la otra.

viernes, 30 de julio de 2010

CADÁVER EN LUBRICIDAD

Carne, cejas, cabellos, mi ataúd y mi mortaja,
la tumba tiene todo carcomido: su trabajo está finalizado;
y dentro de mi subterráneo yo envejezco a solas
con el horrible silencio y el frío insomnio.

Mi cráneo tiene constatada su disminución,
y, residuo de muerte que se agrieta y se desmorona,
vengo a arrepentirme de la putrefacción
y el tiempo donde el gusano no estaba a dieta.

Pero el olvido pasa en vano la lima y el cepillo carpintero
sobre mis restos terrosos cada vez más pequeños:
¡la carne de mujer es allí, es provocadora y enredadora!

Para los acoplamientos bribones y villanos
el deseo abre otra vez esto que fue mis dos brazos,
y mi lascivia sobrevive a mi polvo.

EL ALMACÉN DE LOS SUICIDAS

- "Nosotros tenemos el arma de fuego, la navaja muy cortante,
la fulminación a bajo precio, el asfixiante químico,
(¡y le tiene, os juro, una extraña mímica
cuando se es puesto en el cuello esta cuerda que pende!)

"Los venenos de la flor, de la hierba y de la serpiente,
el curare caribe, la mosca anatómica,
el pérfido néctar en el zumo de nuez vómica
que hace que se retuerza y que muera reptando.

"Todos estos ingenios de muerte y otros que yo hago,
¡nosotros los garantizamos! Pero, él dice en voz baja,
que ellos sean hoy de un empleo consagrado.

"Él es otra vez uno, el mejor y el peor,
que os enseñan por un precio moderado
la Señorita Pulpo y la Señora Vampiro."

NOCHE LLENA DE UN FÚNEBRE ENCANTO

Ahora bien, esto fue por una noche llena de un fúnebre encanto,
que después de haber seguido los caminos arriesgados
ellos se sentaron al fin en un pequeño valle repugnante
donde mucho reptil errante comenzaba su estrépito.

Y mientras que el ave carroñera con su grito de alarma
chapotea pesadamente dentro de un vuelo ansioso,
bajo la compasión sideral de los cielos
ellos gimen largo tiempo sin derramar una lágrima.

Súbitamente, el matorral les ve con estupor
unir en un beso sus labios violetas
riendo sarcásticamente a la vez de ternura y de miedo.

Y además, los dos amantes juntaron sus esqueletos,
crisparon su abrazo no haciendo más que uno
y murieron a la vez al borde del foso negro.

RUBÍ DE LOS SENOS

Yo hice estos versos sutiles, pulidos como las sortijas,
para inmortalizar la gloria de tus senos
que mi agitado deseo golpea siempre sus ondas.

Que ellos florezcan luego eternamente sanos,
y que sobre la rigidez orgullosa de los picos de hielo
¡ellos se burlen para siempre de los siglos asesinos!

Sobre tu camisón, niña, mi ojo besa el lugar
que usa el frotamiento de sus botones rosas,
y ahí está que ya el vértigo me enlaza.

¡Si yo me atrevía! Tu sonrisa parecía decirme: "¡Atrévete!
Mis senos voluptuosos están ávidos de vuestros labios
y las lágrimas de amor quieren ser regadas".

Y para indemnizarme las noches donde tú me destetas,
tú no los ocultas más que debajo de tus negros cabellos
tupidos como los matorrales que mordisquean las cabras.

¡Embriaguez! Ellos son entonces tanto para mí que yo quiero:
ya que mis dedos cosquilleadores tengan caricias lentas
entrecortándose interrupciones y estremecimientos nerviosos.

Y cuando vibren sobre vosotros mis labios hostigadores,
libélulas de amor de las que ustedes son las flores,
vuestro encarnado enrojecido, ¡puntas hechizantes!

Rubí de los senos, ustedes realzan las palideces
y ustedes se afilan, hasta picar mi mejilla
como el pico diablillo de los pajaritos silbadores.

Y tú estremeces con un adorable mohín de disgusto
mientras que en el choque de tus brazaletes de oro
¡tu mano sobre mi melena indomable se pasea!

En vano el cierzo aulla al fondo del corredor,
tú sonríes de languidez sobre el sofá de ébano
delante de la chimenea apacible donde la llama se adormece.

Yo abraso enloquecido, yo me contengo apenado;
y sin embargo mi deseo que repta a tus rodillas
sabe que su paciencia tiene siempre buena ganancia inesperada.

Pero tu dejas caer tu provocador albornoz,
y moderna mujer promesa de los paraísos árabes,
tú brincas toda desnuda gritando: "¡Amémonos!"

¡Oh! como refunfuñamos estas mágicas sílabas,
dentro del querido instante donde, para mejor enlazarse,
nuestras piernas y nuestros brazos son pinzas de cangrejo.

¡Mi codicia al fin puede luego agotarse!
Ni un rincón de tu cuerpo donde mis labios no pacen
¡Tú me bebes, yo te aspiro! y, para relajarme,

yo admiro tus bellos senos que se inflan y se abaten.

LA NOVIA ESTÁ TODA PÁLIDA

La novia está toda pálida,
tan pálida como su ramo de flores,
entonces el baile y el banquete
cesaron dentro del gran salón.

El padre sonríe con un aire viril,
y la madre tiene el ojo inquieto.
La novia está toda pálida,
tan pálida como su ramo de flores.

- ¡ Lamento exquisito, armonioso estertor,
interminable y dulce jadeo ! -
También, cuando la mañana bonita
muestra su rosa y su ópalo,
la novia está toda pálida.

LA RELIQUIA, CONSÉRVALA SIEMPRE

Antes de su matrimonio, - ¡oh sufrimiento mortal! -
Ella me lo dio su camisón en encaje
el que ella tuvo la dulce noche
donde, cediendo a mis lágrimas que le decían: "¡Ven, Bertha!"
cerca de mí jadeando sobre la capa entreabierta,
temblorosa ella vino a sentarse.

Esta ropa inmaculada que embalsamaba su cuerpo virgen,
cuando ella vino a convertirme, tan pálido como un cirio,
sus queridos adióses tan temidos,
ella me lo tendió de un aire melancólico
suspirando: "Aquí está la suprema reliquia
de nuestras difuntas voluptuosidades.

"Yo te lo doy, amigo, mi camisón bordado:
ya que, la primera vez que tú me poseíste,
yo lo llevaba, ¿tú recuerdas?
Esta reliquia sola conoció las ardientes embriagueces.
que tu voz musical y llena de caricias
hacía correr dentro de mi virtud.

"Esta reliquia sola escuchó las confesiones recíprocas
que, día y noche, mis senos, dentro de sus gentiles coloquios,
intercambiaban en voz baja temblando;
esta reliquia sola pudo ver como una virgen arde
cuando la rodilla de un hombre osa rozar su pierna
que se estremece dentro de su media blanca.

"Desde ese momento en que sobre mi cuello estremece tu labio ardiente,
todo mi cuerpo ansioso cogió por confidente
este camisón en tul fino;
y sus sensaciones tan nuevas como impuras,
voluptuosamente, dentro de la multitud de encajes
dijeron que él se daba finalmente.

"¡Consérvalo siempre! Que este camisón sea para tu alma
la carne misteriosa y vaga de la mujer
que te profesa un culto eterno;
¡que este camisón sea la almohada de tus remordimientos sombríos!
¡Cuando tú lo besarás, sueña en las desnudeces rosas
que fueron tu festín sexual!

"Que los perfúmenes ambarinos de mi piel que lo impregnan,
para el olfato sutil de tus sueños, ya reinan
¡cándidos y lujuriosos!
¡Que este camisón cuida para siempre las huellas de mis formas!
Yo dije a mi amor: 'Exijo que duermas
entre sus pliegues misteriosos'.

"Los calores, los estremecimientos de mi carne en alarmas,
cuando mi virginidad roja y bebiendo sus lágrimas
te huía como a un asesino,
esto que yo sentí de felicidad y de temor
cuando tú me atrajiste, y luego tú me abrazaste
pegando tu boca a mi seno:

"¡Esta reliquia informará todo! Dentro de sus mudas odas,
ella recordará episodios amorosos
a tu alucinación;
y tu sueño, ya encontrando mis bien amados vestigios,
bendecirá, el ala abierta en medio de los vértigos,
su querida fascinación.

"¡Adiós!" - Yo conservé el bello camisón
yo lo exhumo a veces del cofre donde yo le puse,
y yo le beso con fervor;
y mi sueño es tan caliente, que el camisón hace revivir
este cuerpo tan seductor del que yo estoy otra vez ebrio,
ya que me queda el sabor.

Entonces, yo vuelvo a ver esta reliquia dentro de una aureola de gloria,
la sirena en los pies blancos como de joven marfil,
mi anciana adoración,
que, moderna pagana, ingenua y lasciva,
encendía de una mirada sobre mi alma pensativa
las hogueras de la pasión.

Su cuerpo de Grecia, teniendo el ardor de la Criolla,
giro a giro delirante y lleno de languidez blanda,
siempre hambriento de placer,
y que, reptil humano, se retorcía dentro de la alcoba,
ardiente de una histeria irresistible y salvaje
para eternizar mi deseo;

Su boca de coral, húmeda y perfumada,
sus pequeños pies de niña, sus dos piernas de bailarina oriental,
su cabellera en los oleajes agitados,
su valle estrecho afilado y cerrado, y sus robustas caderas,
sus secretas bellezas purpurinas y blancas,
sus ojos inmensos, negros y azules;

Todos estos mil rayos de una carne tan felina
abrasando mi carne fría y siempre huérfana
desde que el amor me abandonó;
y le gritó: "¡Mi Bertha!, ¡enlazándonos sin tregua!"
¡yo la poseí otra vez dentro del éxtasis del sueño,
como dentro de la realidad!

jueves, 29 de julio de 2010

LA PESADILLA DE UN ASCETA

La víbora se mantuvo de pie sobre mi zapato,
me fascinó, fundió sobre mí del primer golpe,
y dejándose deslizar sobre mí de mi cabeza a mi cuello,
me hizo una ondulada y sibilante corbata.

Y además ella desenrrolló sus largos anillos; y loco,
todo mi cuerpo, poseído del monstruo con cabeza plana,
siente el ambiente de una bruma escarlata
la fría ubicuidad de un enlazamiento blando.

Pero ahí está que la bestia, humectando su ojo codicie,
agarrado de los senos, de los cabellos, de los miembros, una boca,
y apretó sus nudos con un aire apasionado:

"¡Oh! ¡Vuelve a ser serpiente! -yo gritaba- horrible dama,
amo mejor, si yo debo morir envenenado,
¡Cien mordeduras de áspid que un solo beso de mujer!"

MARTIRIO PESADO Y LENTO

Mi cráneo es un horno de donde la llama se desborda:
¡ Martirio pesado y lento como un remordimiento !
y yo siento sobre mis huesos la espantosa horda
de las neurosis de fuego que galopan desbocadas.

Como un navío vencido, sin esperanza que a él aborde,
mi corazón va hundiéndose dentro del abismo de los muertos,
lejos del pasado que se burla y que el remordimiento bordea;
¡y chillo apretando mis dos puños que yo muerdo!

Tomo una pistola. ¡Horror! mi mano le suelta,
y el miedo de la nada devuelve mi alma tan cobarde,
que para sentirme vivo, -¡Oh! ¡La inmortalidad!

¡Me abandono en el pastizal a las ventosas de las chicas!
pero refinando entonces su tortuosidad
la Fiebre gira en mí sus más ahondantes barrenas.

VIRGEN CONDENADA

Él me desvestía con sus calientes miradas,
y yo sentí venirse abajo toda mi defensa de ropa,
cuando sus ojos tan claros sobre los míos tan despavoridos
derramaban el amor del hombre y el impudor del mono.

Sus miradas me decían: "Que tu virginidad
estremezca de terror y se prepare al martirio;
yo soy el murmurador de la perversidad,
y mi aspecto corrompe, como el abismo atrae.

"Mi pasión que merodea alrededor de tus cabellos
te infunde mis deseos y bombea tus confesiones:
Luego, ¡es fatal! Hace falta que un día yo te posea."

¡Horror!, dijó de verdad: todo mi cuerpo anhelante
obedece de hora en hora al encanto que lo obsesiona,
y yo voy, esta noche, a darme a Satán.

LOS OJOS DE LAS VÍRGENES

Eso que luce en los ojos de las vírgenes
es un sueño vago y tembloroso,
un sueño vegetal y blanco
como el nenúfar de las riberas.

Tanto que el Amor, dentro de sus albergues,
no les sirve más que vino inquietante,
eso que luce en los ojos de las vírgenes
es un sueño vago y tembloroso.

Pero de día donde tú las hospedes,
¡Oh Placer!, hotelero ardiente de amor,
tu soplo húmedo, acre y doliente
apaga, como se apaga los cirios,
¡eso que luce en los ojos de las vírgenes!

LA CANCIÓN DE LOS OJOS

Amo tus ojos de azur que, muy bordados de oro,
tienen un resplandor azul y blanco,
tus ojos mimosos y claros donde el sueño se duerme,
tus grandes ojos agitadores como la onda.

Hasta dentro de sus miradas sabias y matizadas,
tan dulces que ellos te hacen dos veces mujer,
ellos reflejan el vuelo de tus menores conceptos
y son los cristales de tu alma.

Dentro de la calle se sufre su encanto hechicero;
ellos asombran cuando tú pasas,
ya que ellos son más bonitos y más flores que la flor
que tú pinchas en tu blusa.

Sí, tus ojos son tan frescos bajo tu larga ceja,
que viajando en ellos se preguntan
si ellos no tienen un aroma armonioso también,
tus largos ojos partidos en almendra.

En el mundo se les ve llenos de tristeza,
ellos son distraídos y sarcásticos
y no tienen que hablarme de amor y voluptuosidad
más que los guiños de ojo platónicos;

Pero, muy solos conmigo bajo las cortinas temblorosas,
ellos me hacen pedirte gracia,
y yo aspiro, enlazado por tus pequeños brazos blancos,
esto que ellos me dicen en voz baja.

LAS VISIONES ROSAS

Corolas y botones de rosas,
la fresa y el musgo del bosque
¡ponen el deseo en los alaridos
en el fondo de los corazones más sombríos!

¿Quién recuerda ciertas cosas
en los buenos viejos galantes de antaño?
Corolas y botones de rosas,
la fresa y el musgo del bosque.

- yo vuelvo a ver tus carnes todas rosas,
los dardos afilados de tus senos fríos,
¡y además tus labios! cuando yo veo
dentro suyo tan lánguidas poses
¡Corolas y botones de rosas! -

miércoles, 28 de julio de 2010

LA AGITACIÓN VIOLENTA DE LOS AMANTES

Las cabelleras de los amantes
son lujuriosas banderas
siempre ondeantes, siempre dispuestas
para celebrar las carnes desfalleciendo.

¡ Nada de redecillas para el cabello apaciguadoras !
¡Ni diademas, ni sombreros!
Las cabelleras de los amantes
son lujuriosas banderas.

Y cuando las desnudeces humeantes
se confunden, soplos y pieles,
la Voluptuosidad deforma sin reposo
y convulsiona dentro de sus tormentas
las cabelleras de los amantes.

ELLA PASEA POR EL LAGO PURO

El recuerdo de un sueño a cada instante me llega
como un remordimiento sutil a la vez acre y querido,
y para aliviarme hace falta que yo te escriba
la temible confesión que hace estremecer mi carne:

Sobre los bordes de un lago puro donde se bañaban los Ángeles,
dentro de un paraíso verde lleno de árboles que cantaban
los aires misteriosos sobre los ritmos extraños,
miraba el cielo donde mis suspiros subían.

Los aromas de las flores exhalándose por bocanadas,
el mutismo del lago y las voces ahogadas
de las sílfides nadando cerca de serafines desnudos,

todo me gritaba: "¡El amor al final te conquistó!"
De repente, mi corazón siente los estremecimientos desconocidos,
¡ y todo mi cuerpo se colma de un dolor exquisito !

LA FRUTA DE LA VOLUPTUOSIDAD

La carne de la mujer seca o grasa
es el fruto de la voluptuosidad
giro a giro verde, maduro y podrido
que el deseo recolecta o recoge.

Misteriosa dentro de su gracia,
exquisita dentro de su acritud,
la carne de la mujer seca o grasa
es el fruto de la voluptuosidad.

Ni un solo hombre se fatiga.
Cada uno con avidez
mordía ya para la eternidad.
Y sin embargo, es un fuego que pasa,
¡la carne de la mujer seca o grasa!

LA BAÑISTA

En el fondo de una bañera ella admira sus caderas
sobre el espejo cambiante de un cristal encantado,
y con las pantorrillas cruzadas, ella extiende sus manos blancas
sobre los bordes de la piscina que aspira su belleza.

Los grifos de cobre con figura de cisne
tienen la apariencia de sonreírle y pavonearse,
y sus gotas a veces parecen hacerle una señal
como para rogarle hacerlos girar.

Sobre un asiento, sus medias cerca de sus ligas
conservando la redondez de su vivo tesoro;
sus botines de seda en los empeines altivos
no esperan más que su pie para colear como pez otra vez.

Su vestido de satén colgado al perchero
tiene los reflejos furtivos de una piel de serpiente
y parece haber cuidado la gracia y el misterio
de aquello cuyo aroma en sus pliegues se esparce.

Sobre la mesa donde lo ve devorar su cuello,
como que la lleva al tiempo de Henri Trois,
sus guantes que cubre de adornos, a pesar de su comportamiento distraído,
obedecen aún al molde de sus dedos.

Su tocado es provocador con su largo penacho,
y su corsé que entreabre termina de poner nervioso.
Collares y brazaletes, todo eso que la adorna
luce bajo la sombra y atavía mágicamente con soñar.

Y mientras que un relámpago sobre sus ojos relumbra
viendo que su cuerpo hace un tan buen perfil,
el corcho que vacila al borde del cordel
cosquillea en lo que oculta la figura de su seno.

LA BELLA QUESERA, M.R.

Por la calle exaltante donde mis pasos inquietos
se arrastran al sol como al gas, yo veía
detrás de una horrible vitrina
donde se exponían mantequilla y quesos grasos,
una magnífica niña de la que yo admiraba los brazos
y el generoso pecho.

El hecho es que nunca chica me conmovió
como ella, ¡y es que nunca mi ojo loco miró de reojo
belleza más excitante!
Una aureola de juventud ardiente y de salud
nimbaba este cuerpo fresco donde la pubertad
estaba aún somnolente.

Ella iba sosteniendo alto, dentro de la estrecha tienda
su casco de cabellos más negros que el papel carbón
y, dulce trotadora con chanclas,
fisgoneaba un ambiente alegre de rincón a rincón,
mientras que los tapones amarillos como los membrillos
se licuaban bajo las tapaderas.

Armados de un pequeño alambre de latón, sus dedos vivos
detallaban prontamente las mantequillas malas
y las compradoras pálidas;
las mantequillas, que sentía de un rancio embriagador,
y que sudaban el horror dentro de sus ropas penosas,
como un hambriento amarrado a sus cuerdas.

Cuando su cuchilla cortaba Gruyere o Roquefort
la veía hacer fuerza sobre ella con esfuerzo,
su pequeña nariz rozando en las costras,
y nada era amable como sus bonitos dedos
recortando el Marolle infecto donde, en algunas partes,
los parásitos cavaban las rutas.

Cerca del humilde mostrador donde dormían los gruesos debajo,
los Geromes tendidos como los hombres borrachos
escurrían sobre su encella de paja,
pero tan nauseabundos, tan podridos, tan repugnantes,
que las moscas batían las alas alrededor de ellos,
sin nunca hacer festín.

Ahora bien, ella respiraba a su gusto, en el medio
de esta acre atmósfera donde el Roquefort azul
chorreaba cerca del Chester sin fuerza;
dentro de este inmundo montón de cuajados purulentos,
regocijada, ella hundía sus pequeños y bonitos dedos blancos,
que ella limpiaba de una lamedura.

¡Oh! ¡su lengua! ¡joya viva y purpurina
pavoneándose con un estremecimiento de víbora
todo lleno de encanto y de obsesión!
¡Milagroso coral húmedo y aterciopelado
del que la punta tan puntiaguda agujerea de voluptuosidad
mi carne, loca de codicia!

Luego, a esta quesera exquisita, yo la amaba
¡yo la amaba al punto de soñar la violación! pero,
me decía que estas miasmas,
a la larga, debían impregnar este bonito cuerpo
y el asco, como un misterioso brazo derecho,
acorralaba todos mis entusiasmos.

Y sin embargo, cada día, pegados a sus cristales,
¡mis dos ojos la bebían! en vano los Livarots
aventaban un olor pestilente,
yo estaba allí, embriagándome de su vista, y tan loco,
que viéndole las manos dentro del queso blando,
¡ la encontraba hechizante !

Al final, su confesión florece dentro de sus rubores;
para decirme: "Te amo" con sus ojos soñadores,
ella tuvo todo un pequeño flirteo;
además ella me sonríe; sus enaguas menos caídas
descubrieron un día los zapatos con cintas
y las bases blancas como la nieve.

¡Ella también me quería con todo su ser! A mí.
osaba enviar los besos llenos de conmoción,
la englorificante ingenua,
tan bien, que después de haber largamente balbuceado,
para una noche de primavera, la desvestí
¡y vi su belleza toda desnuda!

Su cabellera ondea entonces como una bandera,
y es con los ojos que me lamían la piel,
que la bella me hizo el homenaje
¡de su carne de jovencita, madura para el placer!
¡Oh sabor! ¡ella era llameante de deseo
y no percibía el queso!

LOS LABIOS MORTECINOS

Los labios de las mujeres mortecinas
tienen sonrisas que dan miedo
sobre la convulsiva torpeza
que los mantiene medio cerrados.

Cuando sus lamentos inanimados
se exhalan como un vapor,
los labios de las mujeres mortecinas
tienen sonrisas que dan miedo.

El deseo que les aspiró
retrocede delante de su estupor,
y el misterio envolvedor
cierra en sus velos perfumados
los labios de las mujeres mortecinas.

LABIOS INOLVIDABLES

Desde que tú me abandonaste,
yo estoy encantado por tus labios,
¡ inolvidable belleza !

Sobre mis spleens y sobre mis fiebres,
a toda hora, yo los veo
con sus sonrisas remilgadas;

Y yo escucho de nuevo la voz
que se escapa tan pura
diciendo las palabras libertinas.

Sobre la almohada de encaje
yo evoco tu color carne,
¡Delicioso corte!

¡Oh mucosas de granate,
desde que el otro os besa,
yo sueño el asesinato!

Corazón celoso que nada apacigua,
yo querría apuñalarlo:
¡Su existencia me pesa!

¡Oh! que yo no pude cuidar
estos labios que sobre las lágrimas
¡sabían otra vez mimar!

Hoy, yo no tengo más armas,
contra el mal destino,
¡puesto que yo perdí sus encantos!

¡ Qué embriaguez y qué festín
cuando mis labios sobre los suyos
bebían el amor clandestino !

¡Dónde están tus languideces ancianas,
sobre este saloncito que cubría de bruma
la sombra verde de las persianas!

¡ Entonces tu boca aspiraba
en succiones convulsivas
a tu amante que se desfallecía !

¡Oh mis caricias lascivas
sobre sus labios, sobre sus dientes
y hasta sobre sus encías!

Nunca fatigados, siempre ardientes,
nosotros tuvimos besos salvajes
giro a giro tiernos y mordientes.

Recuerda nuestras alcobas
en el fondo del bosque, sobre la pradera,
sobre el musgo y sobre las malvas,

¡Cuando los pájaros jaspeados,
vuelan en la noche cayendo
sobre los árboles enrojecidos!

Mi alma está toda llameante
fantaseando en nuestros amores:
Es mi pensamiento absorbente.

Y yo sufriría siempre:
ya que estos labios que me burlan,
¡Por desgracia! en todas mis estancias,

¡ yo les veo que se entreabren !

AMOR POR LOS VESTIDOS

¡Oh mi pobre cordura! en vano tú te ocultas
en el fluido merodeador, agrio y misterioso
que, para magnetizar al transeúnte curioso,
¡el Desconocido femenino pasea bajo los vestidos!

¡Los vestidos! donde circula y se introdujó
la vida epidérmica con todos sus estremecimientos,
y que sobre las aceras como entre los matorrales,
¡pasan con las apariencias de barca y de nubarrón!

Ellos tienen todo: corpiño donde se lamentan los largos velos,
falda donde cotillean los nidos de volantes adornados con perlas,
cintas en forma de mariposa y botones tallados como joyas
que brillan como tantas pequeñas estrellas.

Si uno me denuncia una lujuria infame,
otro me revela un cuerpo que se defiende;
y para mi ojo sutil un vestido de niña
revela las alas de ángel y las curvas de la mujer.

El vestido atenuando la punta o la curvatura
alucina ya mis pupilas de lince,
pero yo me siento confundido como en frente de la Esfinge
delante del bloque piadoso del vestido de sayal.

Amo el reencontrarlos en todas partes, viejos o nuevos,
en lo bajo de una escalera, en el fondo de un corredor;
amo estos largos hábitos que feminizan una vez más
la exquisita austeridad de las vírgenes y de las viudas.

Con esta adherencia íntima de la corteza
que calca el contorno y la delineación del cuerpo,
el corpiño escotado chapa herméticamente,
delicioso maillot de un admirable torso.

El largo vestido vagando dentro de la luz azul,
frío y ceñido con su cola de terciopelo,
sobre las alfombras mudas, amortiguadores de los pasos pesados,
en la apariencia de una gran serpiente toda de pie sobre su cola.

Y por un crepúsculo donde el viento negro solloza,
más de uno, en el fondo del lejano estremecimiento,
parece pasar rozando la tierra así como un resucitado
trágicamente envuelto dentro de su sudario que flota.

Tengo frecuentemente el deseo fantástico y sombrío,
dentro de estos bailes donde el vicio enciende su ojeada,
de ver entrar de repente un vestido de duelo,
como una niebla de ébano en el ambiente de un cielo rosa.

Pero yo contemplaría, arrodillado y con las manos juntas,
estas corazas ligeras de amor exactamente llenas,
donde, detrás del velo en los luminosos pliegues,
¡el pecho tentador embosque sus dos puntas!

martes, 27 de julio de 2010

LA VENDEDORA DE CANGREJOS

En las puertas de los cafés donde se sientan a las mesas los vicios,
ella va todas las noches ofreciendo los cangrejos
sobre un pequeño zarzo tapizado de perejil.
Ella tiene el ojo en almendra adornado de una gran ceja
y cabellos rizados rubios como la paja.
Ahora bien, sus labios en flor que una sonrisa entreabre,
tientan a los estudiantes de medicina que fuman sobre los bancos,
y como ella tiene los senos erguidos, y que, poco caídas
sus enaguas dejan ver su pierna rotunda y sana,
cada uno de ellos le murmura un cumplido obsceno.

ÉL ESCUCHABA DOS VOCES...

El Horror y el Hastío le gotean su veneno
cuando la Vieja lleva a su Manon toda pálida,
ya que, un instante pasado, detrás de la barrera,
él escuchaba dos voces sofocar dentro de un estertor.

"¡Así pues! chirriaba él, ahí llega tu destino:
Hasta que la muerte te arrastre al dispensario,
¡ tú pudrirás tu corazón dentro del aburrimiento libertino
y tú venderás tu cuerpo en vista de la úlcera !

"Y yo, iré siempre, sin tregua a mis tormentos,
¡sacude mis celos a tu pueblo de amantes!
¡No! ¡yo odio tu juventud y yo maldigo tus encantos!"

- Pero él sentía lástima por sus pobres amores
cuando él veía entrar por la puerta de terciopelo
una aparición inundada de lágrimas.

ASAMBLEA DE SEGUIDORES CONSIENTE A LÓPEZ OBRADOR

No hubo desenfreno, ni rupturas, López Obrador que reclama sin claudicar que la elección del 2006 le fue robada por un grupo de potentados, se "destapa" como precandidato de la Izquierda para las elecciones presidenciales de 2012.

Su movimiento organizado en células por toda la República no será excluyente, por lo que convoca "a todos los afectados y agraviados por la política neoliberal” para acabar “de una vez y para siempre con esta absurda e inhumana pesadilla”.

Como lo ha realizado con la publicación y distribución de su diario Regeneración, recordando el intento previo del periodista Ricardo Flores Magón, y con sus recorridos por las zonas pobres del país, en Oaxaca acompañado por el hoy gobernador electo Gabino Cué, López Obrador no se fatiga y promete “seguir orientando y concientizando, para lograr el despertar del pueblo y la insurgencia cívica que hará posible la transformación pacífica del país”.

Además López Obrador resalta la iniquidad de la todavía lejana contienda presidencial, aunque él debe reconocer que por motivos de ley, tanto Ebrard como Navarrete, no pueden hacer actos de campaña por encontrarse ejerciendo sus funciones públicas, por lo que López Obrador debe empezar a dialogar sobre de qué modo se disminuye el efecto de su anticipación como precandidato de la Izquierda, y esto implica debates, confrontación de ideas, en las diferentes plazas públicas del país, no solo las que revistan a uno ú otro candidato. Se deben comparar los estilos de gobernar, tanto así que los dos principales han estado a cargo de la Ciudad de México, se debe revisar cómo han cumplido con la democracia, qué principios sostienen, si cuentan con apoyo o resentimiento de los ciudadanos, y al ser una Izquierda que quiere dignificar la vida pública del país, que quiere renovar o volver a crear instituciones que respondan a la exigente ciudadanía, es congruente que López Obrador discuta con los otros precandidatos, y que acepte que el mejor candidato será el abanderado de la Izquierda, si reúne por méritos esa posición él puede ser el candidato en el 2012, pero debe colocarse a un verdadero escrutinio de a quién prefiere la intención ciudadana y dejar a un lado que la movilización de la estructura que ha quedado desde la elección del 2006 lo inmuniza ante sus rivales políticos.

Si es cierto, que del otro lado, habrá "circo, maroma y teatro", ya que: “la mafia en el poder hace campaña con los medios, introduciendo al mercado a cualquier candidato como si se tratara de un producto chatarra o de un detergente" pero anima a sus seguidores "nosotros tenemos un tesoro que es la convicción de millones de mexicanos que actúan con voluntad”. Muy valioso es acatar lo que exija la voluntad ciudadana según el método que elija la Izquierda para ser candidato presidencial.

En un estilo contrario a Fernández Noroña, la frase del apasionado luchador social que más retumbó es su mensaje de amor y esperanza: "pues el que siembra besos, besos cosecha"

Lo anticuado en Andrés Manuel es su manejo de la "asamblea popular" con los residuos del populismo príista.

Su pregunta "¿Vamos?" era avisada por un "Sí" o un "Vamos" que los fanáticos pronuncian sin objetividad, pues López Obrador no es todavía el candidato de la Izquierda, ni está consultando a la mayoría de los mexicanos, que puede decidir que él no sea el candidato, por el discurso contrario: ya perdió una vez, ya le toca a otra persona.

Y como un doctor que receta su frase: “se ha convertido a la codicia en virtud, se ha elevado a rango supremo el dinero y se ha inducido la creencia de que se puede triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole", también López Obrador debe ser paciente y seguir esa línea que da a sus seguidores, ya que un líder que no sigue su doctrina deja de tener la aureola de la "legitimidad moral".

Y sin ambages, López Obrador no cierra la puerta a empresarios para su campaña política: "para aclarar, una vez más, que no estamos en contra de la iniciativa privada ni de los verdaderos empresarios. En el nuevo gobierno democrático se garantizarán las libertades y cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y convenga. Pero, es obvio, todos tendremos que ceñirnos a la nueva legalidad y a reglas claras; se podrá hacer negocios pero no habrá influyentismo, corrupción ni impunidad"


¡ Por la Unidad de las Izquierdas !


¡ Por un candidato único para la presidencial en 2012 !


¡ Por el triunfo de la Izquierda por primera vez en 2012 !

A LA INSENSIBLE

¿Tú eres mujer o estatua? Por desgracia, tengo en bien usarme
para los refinamientos inauditos que invento
para forzar tu carne muerta a llegar a ser viva;
tengo en bien convulsionarme sobre tu garganta enervante,
tú nunca sentiste la lujuria sabia
de mi beso.

Así pues, como una bala sobre la piel del jaguar,
mi pasión sobre ti resbala, y mis lágrimas a sí mismas
vierten sin conmoverte a lo largo de tus manos pálidas;
y cuando yo te suplico arrodillado que tú me ames,
¡permanezco aterrorizado por las frialdades supremas
de tu mirada!

Reptando como un áspid, fiel como un perro,
dejo pisotear mi corazón bajo tu babucha;
delante del inconsciente sarcasmo de tu boca,
yo dobló mi honor y mi orgullo salvaje;
me calcino en vano sobre el infierno de tu clase,
¡Oh rabia! Eh bien,

Puesto que sobre tu costado desnudo el amor me hace bramar,
sin que nunca sobre ti mi codicia muerda;
puesto que siempre pasiva y sin misericordia,
tú quieres que en tus brazos muertos y helados me retuerza,
esta noche, de tus cabellos, voy hacer una cuerda
¡para estrangularte!

A LA CIRCE MODERNA

Puesto que un irresistible llamado
atrae a ti toda mi alma,
y que toda mi carne proclama
el magnetismo de tu piel:
Irrita, pero sin proscribirlo,
el deseo que me corroe, y además
viene a poner en un estado de delicias mis noches,
hechicera en la fría sonrisa.

En los ruidos mojados, tiernos y locos
de nuestros besos demoniacos,
¡como dos serpientes maníacas
dentro del misterio enlazándonos!
Querida ondulante, mal ángel,
abeja de la voluptuosidad,
¡dame tu cuerpo encantado
y recibe mi alma en intercambio!

Mi deseo se enrolla como serpiente y se retuerce
alrededor de tu bello cuerpo de mármol,
-Así la hiedra alrededor del árbol-
horrible y dulce, repta y muerde.
Tus grandes ojos hundidos y fúnebres
son tan libertinos cuando tú quieres,
y yo aspiro sobre tus cabellos
tantos perfumes y tantas tinieblas.

Moderna Circe, tus venenos
habían perdido el corazón de Ulises;
¡acósame de tu malicia,
mánchame de tus traiciones!
¡Insúltame! pero, mi ama,
déjame alimentar mi hambre,
¡debería yo morir al fin,
envenenado por tu caricia!

LAS DOS SERPIENTES

Deja salir a la mujer, teme a la víbora,
en todos los lugares, en toda temporada,
y toma cuidado en su traición,
¡lo mismo en la hora donde tu alma espera!


Estas dos serpientes allá son tal para cual:
El Amor es la gemelo del Veneno.
¡Deja salir a la mujer, teme a la víbora,
en todos los lugares, en toda temporada!


Con la sospecha por amiga,
con la Muerte por horizonte,
¡Disfruta la vida! ¡y que la Razón
sea siempre tu punto de orientación!
¡Deja salir a la mujer, teme a la víbora!

AMOR PÉRFIDO Y ASESINO, M.R.

El amor es un ángel malsano
que estremece, solloza y suspira.
Él es más suave que un cojín,
más sutil que el aire que se respira,
más provocador que un asesino a sueldo.


Cada uno cede al mal con la intención de
que os murmure y os inspire
el Dios de la muerte y del hurto,
el Amor.


Él revolotea como un enjambre,
es el prestigioso vampiro
que nos sangra y que nos aspira;
y ninguno arranca de su seno
a este pérfido y a este asesino,
¡El Amor!

EL MALÉFICO SUCCUBUS

Se ha concluido aquí el Capítulo sobre Las Almas, y se procede a compartir en su totalidad el capítulo II referido a La Lujuria, del apasionante libro La Neurosis del atormentado Maurice Rollinat.

La imagen de la monja tocando la campana, como llamando, invocando al horror, de la película Vértigo de Hitchcock.



EL SUCCUBUS

Toda desnuda, haciendo ondas al moverse, y el torso vibrante,
la flor de los burdeles, de los garitos y de los antros
abrocha indolente sus ligas rojas
encima de muy largas bases negras de un tejido transparente.

Cuando de repente su víctima tuvo este grito desgarrador:
"¡Estoy confuso, en la niebla, que murmura y que altera!
¡Mi ojo gira y se apaga! ¿de dónde luego tú eres, mi cincel?
¡Ven! ¡todo mi cuerpo agotado te codicia muriendo!"

A estas palabras, la sanguijuela exultó ironía:
"¡Si tú quieres hasta el final tener estertores con tu agonía,
yo te comprometo, dice ella, a ahorrar tu voz!"

Y fría, ella alberga, burlándose del horrible martirio
sus supremos adióses por un gesto acompañado de burla
y su último grito por una carcajada.

SUFRE SU YUGO ATROZ, M.R.

El mal pensamiento llega a mi alma
en todos los lugares, a toda hora, en lo fuerte de mis trabajos,
y yo tengo a bien purificarme en una rigurosa censura
por todo eso que el Mal infunde a nuestros cerebros,
el mal pensamiento llega a mi alma.

Yo escucho a pesar mío las notas infernales
que vibran dentro de mi corazón donde Satán viene a tocar para entrar;
y bien que yo tuviera horror de las viles orgías desenfrenadas
de las que la sombra solamente basta para indignarme,
yo escucho a pesar mío las notas infernales.

Mi cráneo es un calabozo lleno de horribles tufos;
el fantasma del crimen atraviesa mi razón
y ronda, penetrante como una mirada de hadas.
¡Hace falta que mi virtud se abreve de veneno!
Mi cráneo es un calabozo lleno de horribles tufos.

El asesinato, la violación, el robo, el parricidio
pasan sobre mi espíritu como un salvaje relámpago,
y aunque por el Bien siempre me decido,
yo estremezco viendo reptar sobre mi infierno
el asesinato, la violación, el robo, el parricidio.

Y sin embargo el asesino a mi vista es una víbora;
huyo al menor estafador como un apestado
y yo maldigo los hijos que apuñalan a su padre.
A menudo, la muerte habla a mi corazón estupefacto,
y sin embargo el asesino a mi vista es una víbora.

Me compadezco sinceramente de la mujer violada
y yo la vengaría si yo tuviera el derecho;
pero por impuros deseos mi alma acosada
por seducir una niña busca un medio astuto;
me compadezco sinceramente de la mujer violada.

El Mal golpea sobre mí como un oleaje sobre el arenal:
Él acude, adula y huye, sin dejar lodo,
pero yo conservo ¡desgraciadamente! el recuerdo del sueño
donde estuve a punto de sangrar bajo la uña de un demonio.
El Mal golpea sobre mí como un oleaje sobre el arenal.

¡Oh tú! Causa primera a que el efecto reanime,
¡en los ojos de Lucifer vela mi costado tan desnudo!
y en el horrible peligro que a veces me desmoraliza,
yo me sentiría fuerte si yo soy sostenido
¡por ti, causa primera a que el efecto reanime!

¡El hombre es pues bien perverso, o el cielo bien feroz!
¿porque el instinto del Mal es tan fuerte en nosotros,
que nuestra voluntad sufre su yugo atroz
a la hora donde la oración despelleja nuestras rodillas?...
¡El hombre es pues bien perverso o el cielo bien feroz!

VOZ DE SOBRENATURAL AMANTE

Voz de sobrenatural amante ventrílocuo
que siempre me penetra queriendo contactarme;
timbre mojado que encanta tanto que desconcierta,
su estrafalario de un triste en haceros lamentar;
¡ Voz de sobrenatural amante ventrílocuo !

Dicho por ella, mi nombre llega a ser una música:
es como un tierno llamado hecho por un serafín
que me amaría de amor y que sería tísico.
¡Oh! ¡voz de la que mi oreja interior tiene hambre!
Dicho por ella, mi nombre llega a ser una música.

Muy baja por instantes, pero jamás enronquece;
viniendo de abajo de la tierra o bien del horizonte,
y a veces penetrante en hacer un boquete
dentro de la pared de la más implacable prisión;
muy baja por instantes, pero jamás enronquece.

¡Oh! ¡como ella obedece al alma que la guía!
Sorda, flexible, estridente y ronca, giro a giro;
ella pide prestado al arroyo su murmullo líquido
cuando ella quiere hablar la lengua del amor:
¡Oh! ¡como ella obedece al alma que la guía!

Y además ella tiene los sonidos de metal y de vidrio:
ella es violoncello, viola, arpa, oboe;
ella parece salir, fatídica o severa,
de una boca de mármol o de una tráquea del bosque
y además ella tiene los sonidos de metal y de vidrio.

Tú nunca fuiste el instrumento de la mentira;
¡Oh! la reina de las voces, tú nunca me perjudicaste;
mimoso columpio donde se mece el sueño,
filtro melodioso del que se abreva el aburrimiento,
tú nunca fuiste el instrumento de la mentira.

Todo mi ser se pone a vibrar, cuando tú vibras,
y tus susurros los más misteriosos
son de invisibles dedos que cosquillean mis fibras;
¡Oh! voz que me vuelve casto y tan lujurioso,
¡Todo mi ser se pone a vibrar, cuando tú vibras!

INADMISIBLE NEGOCIACIÓN: ESFUERZO NACIONAL POR RESPETO AL VOTO DE DURANGUENSES


No se traicionará a la ciudadanía, no se le dará una salida política al conflicto post-electoral en Durango, Marcelo Ebrard promueve un esfuerzo nacional para:
PRIMERO: Respeto al voto de las y los ciudadanos duranguenses.
SEGUNDO: El esfuerzo es nacional en virtud de que las irregularidades presentadas en Durango como el robo de urnas, ponen en entredicho los elementos sustantivos de los procesos electorales no sólo en éste estado, sino en el resto del país.
TERCERO: En Durango no ha concluido el proceso (electoral) como se ha pretendido dar a conocer a los ciudadanos.
.
.
Acompañado del candidato a gobernador Rosas Aispuro, Marcelo Ebrard respalda la lucha por el reconocimiento de su triunfo en las pasadas elecciones del 4 de julio:
"es inadmisible una negociación... porque sería sustituir el voto de la gente. Este es un asunto de principios no de arreglos"
.
Ebrard quien abiertamente apoyó a la Coalición "Durango nos Une" sostiene lo que se pelea en Durango:
“Sé que nos dirán que por qué no admitimos cuando se pierde, y diré que si ese resultado electoral no hubiese tenido las irregularidades que tuvo, no estaríamos aquí, seguramente sería otro el escenario que habría”
“porque es un asunto que va más allá de Durango y afecta a todo el país; ya que si se permite esto, probablemente se repetirá en otros procesos electorales"
“Repetirán arbitrariedades y el uso de recursos oficiales para lograr sus propósitos”
“Y las condiciones de gobernabilidad en el estado dependen de que se respete el proceso electoral; que haya una autoridad legítima y de que haya respeto a la Ley. Eso es lo que busca la coalición”.
“Hubo un operativo; no es un caso aislado; hubo una intención y hubo uso de recursos oficiales. Con estas tres condiciones me parece que el Tribunal tendrá que revisar el proceso electoral, es imposible que permanezca ajeno a estos señalamientos”.
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Rosas Aispuro con el apoyo ciudadano seguirá por la defensa de la elección que ganó el pasado 4 de julio.

domingo, 25 de julio de 2010

¿SON TUS PERFÚMENES MUJER?

Un perfume canta en mí como un aire obsesivo:
todo mi cuerpo se recupera de su menor bocanada,
y yo creo que yo aspiro un aliento de hada,
que él sea cercano o lejano, que él sea vago o estridente.
.
Hijos del aire que los recolecta o bien que los destierra,
ellos son húmedos, bochornosos, fríos o calientes como él,
y como el aire aún más, cuando la Luna brilló,
ellos tienen más de sabor habiendo más de misterio.
.
¡Oh sí! dentro de la sombra espesa o en el medio día,
se atiborra de perfúmenes como de un pastizal,
¡es bueno olfatear la urna de la Naturaleza,
aspirar el recuerdo, y respirar el amor!
.
Estos dulces asfixiadores también lentos que impalpables
divinizan el éxtasis en el ambiente de los sofás,
y las locas Inés y los pálidos Raphas
sazonan el olor de sus besos culpables.
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Ellos son para mí alivio de innombrables trayectos
en el aire silencioso de las soledades taciturnas,
y ahí, casándose en mis sueños sin límites,
saben dar encantos a los más repugnantes objetos.
.
Toda la mujer amada está dentro del perfume tibio
que sale como un suspiro de los frascos o de las flores,
y les adormece el aburrimiento, el viejo Rey de los dolores,
con este invisible y delicado remedio.
.
Sea bendito, verde primavera, tan querido en los corazones heridos,
puesto que resucitando la flora sepultada
tú aperfumas de gracia y de melancolía
los paisajes muertos que el invierno dejó.
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A todos los corazones desconsolados, a todas las urnas viudas,
les conservaron el olfato piadoso, y les tiene bonito
vivir así como un cadáver en el fondo de su tumba,
los perfúmenes son siempre las ilusiones nuevas.
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Si ellos se equivocan, despejados de toda mezcla impura,
reptando sobre el color, solapando la música,
se está como arrastrado lejos del mundo físico
¡en un paraíso azul casto como el azur!
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Pero cuando mezclándose en las fragancias de la mujer
de las que la sola acritud corrompe la razón,
ellos hacen un sutil y embriagador veneno
que aspiran a grandes rasgos las ventanas nasales en ardor.
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Es el Vértigo en los flujos y reflujos villanos
que suben al cerebro y pierden la conciencia,
y lo mataba entonces con despreocupación
si la Dama de los perfumes decía: "¡Muere sobre mis brazos!"
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Cómplices familiares de candiles y de cirios,
ellos son tristes o alegres, castos o corruptores;
y más de un santuario tiene impuras fragancias
que van a hablar de amor a las mucosas de las vírgenes.
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Para ellos, el espíritu se aguza y la carne se ennoblece;
ellos cargan de languidez un pañuelo de batista,
y para el sensual y fastuoso artista,
ellos son los encubridores del sueño y del olvido:
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- Hasta eso que la infecta y mordaz mezcla
de aserrín de bosque, de afrecho y de fenol
espolvorea su cuerpo frío, color azul de vitriolo,
dentro del cofre del gusano y de la podredumbre.
.
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Canción popular de Carlos Mejía Godoy,
de Nicaragua la tierra de Ruben Darío.
.
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SON TUS PERJUMENES MUJER
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Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer
.
Tus ojos son de colibrí,
como me aleteeeeeyaaaannnnn..
ay como me aleteeeeeeeyaaaaaannnnn..
tus ojos de colibrí.
.
Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer
.
Tus labios pétalos en flor,
como me soripeyan,
como me soripeyan,
tus labios pétalos en flor.
.
Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer
.
Tus pechos cántaros de miel,
como reverbereyan,
como reverbereyan,
tus pechos cántaros de miel.
.
Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer
.
Tu cuerpo chucaro mi bien,
ay! como me almareeeeyaaaaa,
ay! como me almareeeeyaaaaaaa,
tu cuerpo chucaro mi bien.

ESPERANZA INAPRENSIBLE

La Esperanza es un mirlo blanco
del que nosotros somos el triste obstáculo:
Ella revolotea sobre la herida
y silba al borde del corazón temblando.


Pero su vuelo no es más que una falsa apariencia;
su serenata no es verdadera.
La Esperanza es un mirlo blanco
del que nosotros somos el triste obstáculo.


Y mientras que, rápido o lento,
la Desesperanza es un ave carroñera
cuyo grito seguro nos asusta,
y cuyo pico nos va acribillando,
La Esperanza es un mirlo blanco.

RETOS A UNA EXTRAVIADA

¿Es tu amor puro como los bosques vírgenes,
arrullador como la noche, fresco como la Primavera?
¿Es él misterioso como el resplandor de los cirios,
ardiente como la flama y largo como el tiempo?

¿Lees dentro de la naturaleza así como en un gran libro?
¿contigo, el instinto del mal cuidó de no impacientarse?
¿Tú prefieres, -encontrando que el dolor embriaga,-
el sollozo de los vivos o el mutismo de los muertos?

Ávido de aspirar la atmósfera embriagadora
¿Tú amas las fragancias de los abetos con inquietud,
las de la lluvia amarga y del Aube irisante
y los soplos errantes de la mar y de los cielos?

Y los gatos, los grandes gatos de los que la caricia araña,
cuando ellos están delante de la chimenea acurrucados de través,
¿tú sabías descifrar el logogrifo vivo
que enciende el fósforo al fondo de sus ojos verdes?

¿Eres tú la confidente íntima de la Luna,
y, todo el día, huyendo del sol enemigo?,
¿tienes el amor de la hora inquietante y negra
donde el objeto que engrandece no se ve más que a la mitad?

¿Se ata a ti la duda insaciable,
como el sarro a los dientes, como el óxido al hierro?
¿Tú sientes estremecerte cuando se habla del diablo,
y tú crees que él existe en otro lugar que dentro del infierno?

¿Tú tienes miedo de los remordimientos más que del mal físico,
y tú vas con Pascal para abrevar a tu dolor?
¿Es Chopin para tí el Ángel de la música,
y Delacroix el gran hechicero del color?

¿Tú tienes la risa triste y las lágrimas sinceras,
el desdén sin esfuerzo, el orgullo sin vanidad?
¿Tú dejaste salir los corazones banales y los espíritus falsificadores
dentro del asilo del sueño y de la verdad?

- ¡Por desgracia! ¡tanto valdría interrogar a la tumba!
La boca de la mujer es pues cerrada para siempre.
¿Qué nula parte, el Sí de mi alma que no está en tumba?...
Yo la interrogo otra vez y después una vez más... pero,
¡Por desgracia! ¡tanto valdría interrogar a la tumba!...

CORROE NUESTRA LIBERTAD

La gota de agua de la Costumbre
corroe nuestra libertad
y pone sobre nuestra voluntad
la herrumbre de la servidumbre.


Ella infiltra una quietud
llena de desinterés:
la gota de agua de la Costumbre
corroe nuestra libertad.


¿Qué luego fertiliza el estudio
y hace estancarse a la ociosidad?
¿Qué luego adormece la adversidad
y enmohece el bienestar?
¡La gota de agua de la Costumbre!

REFLEJOS DE MISTICISMO

Mi ojo alucinado conserva en su memoria
los reflejos de la luna y los vestidos de moaré,
los reflejos de la mar y el de los cirios blancos
que queman para los muertos cerca de los velos temblorosos.
Sí, por mi ojo apasionado de sombra y de rutilancia,
ellos tienen tanto de flexibilidad y tanto de dejadez
sobre su misterioso y arriesgado va y viene,
que después de que ellos pasaron mi mirada se acordaban.
Su fascinación me es dulce y cotidiana:
Amos de la claridad, suspiros de la luz,
ellos impregnan mi arte de su misticismo
y filtran como un sueño en mi espíritu encantado;
y yo amo estos besos del resplandor que ronda,
que ellos me vienen de la ola o bien de la esmeralda

LA ESTRELLA DEL LOCO

A fuerza de fantasear, estoy al final del sueño,
mi paso no avanza más por el viaje humano,
hoy como ayer, ayer como mañana,
¡Cantinela de tormento, de horror y de mentira!


Me hace falta ver sin cesar, eso donde mi mirada se hunde,
en todos los lugares, vestir el Miedo sobre mi camino,
Satán falsea mis ojos, el aburrimiento oxida mi mano,
y la sombra de la Muerte delante de mí se prolonga.


Regresa luego, buena estrella, a mi triste horizonte.
única esperanza de un loco que lamenta su raciocinio,
deja verter sobre mí tu luz plácida;


¡Brilla otra vez! y sobretodo, querido Astro medicinal,
acude a protegerme, si nunca sobre mi seno
serpenteaba el relámpago negro y rojo del suicidio.

sábado, 24 de julio de 2010

RECUERDA QUE POLVO ERES

Memento quia pulvis est
et in pulverem reverteris


Escupiendo en el mundo que él roza
su murmurante vanidad,
el hombre es una mosquita de una hora
que quiere absorber la eternidad.
Es un cuerpo hedonista que sufre,
un espíritu alado que se retuerce:
Es la brizna de hierba al borde del abismo,
antes de la Muerte.

Después, la mano fría y violeta,
él coge y trae sus sábanas,
sin poder decir que él jadea,
apretado por invisibles brazos.
Y dentro de su corazón que se entiniebla,
escucha silbar el remordimiento
como una víbora fúnebre
durante la Muerte.

Finalmente, el hombre se descompone,
se desmorona y se consume todo.
El viento desentierra esta cosa
y la dispersa no sabe dónde.
Y el irrisorio fantasma,
el olvidado viene, se acuclilla y duerme
sobre esta memoria de átomo,
¡ después de la Muerte !

A LO INACCESIBLE

Arcilla siempre virgen, incincelable bronce,
hechicera máscara más tirana que la mujer,
¡Arte! Terrible hechicero que martiriza el alma,
burlón misterioso del espíritu peregrino.


Él no es el poeta insumiso a tu freno:
y todos aquellos cuya gloria aquí abajo te proclama
saben que tu altar agotará su flama
y que ellos cosechan tu desdén soberano.


Rabiosa inquietud y paciencia pálida
usan sus uñas de oro para escarbar tu problema;
el hombre evoca a veces tu rostro burlón.


Largamente él te busca y te persigue sin tregua,
abismo donde se dilapida la ternura del corazón,
¡Cénit donde se sacude en vano la avidez del sueño!

EL CORAZÓN DE LAS VÍRGENES

El corazón de las vírgenes de veinte años
es inquieto como la hoja de un árbol,
y todo su cuerpo aspira y recolecta
las confidencias de la Primavera.


En el día, en los perfúmenes excitantes
de la lila y de la madreselva,
el corazón de las vírgenes de veinte años
es inquieto como la hoja de un árbol.


En la noche, sobre el borde de los estanques,
cada una ronda y se recoge,
en su secreto que la sombra alberga
que hace sonreír o llorar por largo tiempo
el corazón de las vírgenes de veinte años.

LOS PEQUEÑOS ZAPATOS

Tus pequeños zapatos negros tostados como una jaula
aprisionan tus pies más vivos que los huesos,
dejando ver a través de sus delicadas redes
tus medias coloreadas floridas como un lenguaje.


Ellos tienen el desplazamiento del viento dentro del bosquecillo,
la gracia arremolinada y enjuta de los pantalones,
el aire travieso de la abeja en las puntas de los juncos
o de la langosta en medio de un pastizal.


En vano, ellos son a veces mis familiares seguidores,
por el aspecto y el ruido de tus pequeños zapatos
yo tengo siempre los ojos presos y la oreja conquistada.


Y cuando los malos días me separan de tí,
tu recuerdo les hace sonar detrás de mí
y adornan sobre mi corazón su silueta exquisita.

LA LAVANDERA DEL PARAÍSO

Al sonido de músicas extrañas
de arpas y de clavicordios,
mientras que flotan por enjambres
los cánticos y las alabanzas,


Ella blanquea vestidos y mantillas
dentro del agua bendita de los estanques,
al sonido de músicas extrañas
de arpas y de clavicordios.


Y los bienaventurados falanges
pueden verla sobre los cojínes
planchando los sobrepellices de los santos
y los collarines de los ángeles,
al sonido de músicas extrañas.

LOS FAVORES DE LA NOCHE

Cuando el abandono, pérfido y cobarde remolcador,
me tira riendo sarcásticamente su arpón que se alarga,
la Noche me abre sus brazos piadosos donde yo me hundo
y mezcla su rocío en las lágrimas de mi corazón.


A su llamado hechicero, la esperanza, duende burlón,
agita alrededor de mí sus alas de mentira,
y dentro de la inmensidad del espacio y del sueño
mis remordimientos vaporosos se dispersan en coro.


Si yo evoco un sonido muerto que gira y se balancea,
ella dice cantarme el vals del silencio
con sus mil voces que no me hacen ruido;


Y cuando paseando mi tristeza sin negrura,
yo sonrío por azar y a pesar de mí, -La Noche
Vuela, para responderme, con una sonrisa en la Luna.

POR LOS QUE EL ODIO ACOSTUMBRAN

Paz a estos desgraciados Espíritus
en que el Odio se acostumbra
y cuyo destino se resume
en masticar los venenos amargados.


La justicia acalla sus gritos
y les rebaja su espuma:
Paz a estos desgraciados espíritus
en que el Odio se acostumbra.


¡Pobres enanos torcidos y mal desarrollados
que su impotencia consume!
compadezcámosles luego sin resentimiento
y perdonémosles sin desprecio:
Paz a estos desgraciados Espíritus.

HACE FANTASEAR LAS ALMAS

El ladrido de los perros en la noche
hace fantasear las almas que lamentan,
que estremecen y que se mueren,
al cabo de sufrimiento y de aburrimiento.


Ellos no comprenden este ruido,
¡el de que las amarguras rozan!
El ladrido de los perros en la noche
hace fantasear las almas que lamentan.


Pero, ¡por desgracia! cuando la esperanza se fuga,
y que, solos, los remordimientos residen,
cuando todos los sentimientos nos engañan,
entonces uno escucha y lo sigue
el ladrido de los perros en la noche.

EL GUSTO DE LAS LÁGRIMAS

El Enigma a partir de ahora no tiene nada de dejarse oír,
yo abrazo el viento que pasa y el reflejo que fue,
y yo escucho murmurar a los labios de la Noche
la revelación del abismo y del misterio.


Yo camino a veces donde la suerte me conduce
el sabroso tormento de mi arte voluntario;
Mi alma de antaño que repta sobre la Tierra
codicia la ultratumba y se dispone a volar hoy.


Pero en vano yo estoy muerto en el pantano de los seres:
Mi oreja y mis ojos son aún las ventanas
abiertas sobre su lamento y su convulsión.


Y dentro del horrible barranco de los duelos y las alarmas,
mi espíritu resignado, lleno de compasión,
flota en el agrado de la desgracia sobre los arroyos de las lágrimas.

¡NADA DE LÁGRIMAS EXTERIORES!

¡Nada de lágrimas exteriores!
sea el mártir misterioso;
esconde tu alma a los curiosos
cada vez que tú les tratas.


En el fondo de las músicas mineras
desahoga tu sueño ansioso.
¡Nada de lágrimas exteriores!
sea el mártir misterioso;


¡Cállate, hasta que mueras!
El verdadero spleen es silencioso
y la Conciencia tiene los ojos
¡para llorar en todo el tiempo de esta vida!
¡Nada de lágrimas exteriores!

LA ANTESALA AL DOMINGO QUE PREDICE SU FUTURO

Que triunfe la sinceridad, la autocrítica, la honestidad valiente, el amor, la movilización social y la visión de un estadista, nadie espera a quién no pueda garantizarles su futuro, nadie espera a quién no signifique una promesa creíble, nadie espera a alguién que se vea derrotado sin haber empezado la gesta.

Alejandro Encinas en el momento oportuno pone el centro de lo que uno, el ciudadano, espera sea el discurso del domingo: "No debemos esconder el fracaso" lo reseñan, y que valiosa es una Izquierda que se aleje del peligroso dogma y se vuelva ya autocrítica, sin revisión del pasado no puede haber ajustes de cuentas con la Historia.

El líder del PRD en la Cámara de Diputados envía la clave para sostener un mensaje de sensatez, de madurez, de inteligencia. No se gana nada polarizando, ni desconociendo al adversario, tal parece que eso es lo que pertenece al reinado PRI-PAN que por todos los medios buscaban convertir a la Izquierda en un monumento marginal de las protestas mudas, que intentan docilizar a los que piensan diferente como a un perro que se le da un hueso.

Ser un líder con convocatoria, implica responsabilidad, si la soberbia, la vanidad, la obsesión, la superioridad, la invencibilidad se sobreponen a alguién que debe ser él que conduzca y guíe las aspiraciones de un país, sólo se habrá evolucionado del partido-Estado al Hombre-Estado, es decir sería una involución, de que el poder lo posea un grupo político acabar con las aspiraciones de libertad poniendo al "Hombre Fuerte" que todo decide él porque sólo él tiene el poder, esto es la simpatía popular le pertenece como un celoso guardián de su secreto, si comparte con otros o titubea en no seguir sus impulsos pierde lo que le gusta más al morbo, el anuncio de los que serán llevados a ejecución pública por el motivo que sea, lo importante es no perder el efecto mercadológico de ser él que enjuicia, él que condena, él que no se equivoca, el Ungido, porque el poder ha sido expropiado para explicar su cerrada obcecación, otros mundos más no son posibles.


Para construir Encinas hace el recuento:

Zacatecas, ¿qué pasó?

Sinaloa y Durango, ruptura en el PRI y componentes locales.

Puebla, una alianza que no fue "pura", por los hilos que mueve La Maestra.

Oaxaca, Cué identificado con la Izquierda, con el movimiento de López Obrador.

Baja California, Chihuahua y Tamaulipas, Izquierda marginal o nula.

Baja California y Tlaxcala, las declinaciones de los que buscan el poder por el poder.


López Obrador, está en su plataforma de despegue, si no proyecta una campaña ganadora, la gente tiene la opción de buscar otro candidato para la Izquierda, porque si el impulso de un movimiento de transformación no apunta a cambiar sus defectos por virtudes, la gente está siguiendo a alguién que delira, y que como Quijote los llevará a pelear con gigantes que eran molinos de viento pero que pondrán una buena tunda al que vive en su ilusión sin hacer contacto con la realidad, por ello Andrés Manuel decide a dónde va a viajar espacialmente, y a dónde pretende llevar a la multitud que lo irá a escuchar al Zócalo.

En sus libros "La mafia nos robó la Presidencia" y su secuela: "La mafia que se adueñó de México... y el 2012", la gente puede buscar el pensamiento raíz de López Obrador, y que se resume en que el grupo de Salinas se repartió el dinero del país y tiene un poder transexenal, y que Andrés Manuel ganó las elecciones hace algún tiempo ya, cuando Fox era el oponente, en un lejano 2006 con otras circunstancias, que hoy con un discurso triunfalista no basta, la unidad de las Izquierdas debe ser la raíz del movimiento social para el cambio trascendental que requiere el país. López Obrador está obligado a pensar en los ciudadanos que lograron derrotar a cacicazgos príistas el pasado 4 de julio, si piensa en número de fanáticos López Obrador sólo seguirá en la posición de ser un aspirante fuerte a la Presidencia, si piensa en los ciudadanos proyectará un movimiento que quiere crecer y ganar la simpatía de la mayoría de los mexicanos, porque los que han logrado vencer al PRI son los ciudadanos, si Andrés Manuel no quiere ganar sino ser testimonial pues que su discurso vaya dirigido a lo que contienen sus libros, una persona interesada puede irse a comprarlo a una librería y evitar escuchar en el Zócalo lo que ha repetido hasta el cansancio, hasta el fastidio: ¡le robaron la elección!

Y López Obrador debe transparentar porque no escoge la ruta de no participar en las elecciones que son orquestadas por la "mafia" que se adueñó del poder, porque a la gente puede parecer muy inocente, lleno de buena voluntad, de niño bueno, que López Obrador participe en unas elecciones que organizan los mismos que le han hecho fraude en 2006. La congruencia de Andrés Manuel, sus principios, están en juego al aceptar el régimen, es decir consentirlo, si asume que se han robado el dinero de México, él ya fue Jefe de Gobierno y tuvo que establecer lazos con muchos de ellos, pero como ahora no tiene poder se obstina en conseguirlo, porque su frase de "al diablo las instituciones" es que no se puede reconocer, ya no se diga participar en un gobierno de "la mafia". Es absurdo luchar contra "la mafia" y esperar que "la mafia" te alce la mano y entonces volverte a sentar a la mesa con ellos. Andrés Manuel debe dejar claro cómo financiará lo que será su larga campaña política, evitar la suspicacia, ya que al no romper totalmente con "la mafia" al participar en elecciones, para una parte de "la mafia" puede ser el plan B.

La Izquierda debe tener un candidato único a la Presidencia, Marcelo Ebrard apunta a la clave para derrotar al PRI: Unidad, ya que si la Izquierda va dividida mejor que no presente candidatura a la Presidencia. Por ello, Andrés Manuel debe ser cauto: ¡Él no es el candidato, es un aspirante, uno más! Ebrard se refiere a que el PRI se sostiene con la máxima romana de "Divide y vencerás", y sí se juega con la Izquierda se apoya lo que quieren los militantes de Izquierda, lo que quieren muchos ciudadanos de este país: un gobierno dirigido por la Izquierda. Por lo que se debe tener al candidato con más simpatía y más proyección ante un electorado exigente, ganar un voto es convencerlo, la estrategia mercadológica es Foxiana-Peñanietista, por ello López Obrador está en la oportunidad de dirigir las huestes hacia la Unidad o hacia la Guerra, esto es les sugiere sensatez o los incita al arrebato.

La Izquierda enarbola un proyecto de amor y nunca de odio, Andrés Manuel menciona al amor en sus discursos, ser de Izquierda es apostar a los beneficios de la Mayoría, ser contrario a la Izquierda es actuar en el sentido de fortalecer a una minoría rapaz que se siga avorazando los recursos del país sin preocuparles el pueblo, por lo que las Izquierdas deben buscar la conciliación entre ellas, pactar la Unidad, buscar la integración de grupos progresistas, de Izquierdas no partidistas, de movimientos ciudadanos, deben jugar a ganar, no prestarse al show de ser testimoniales y fe de crédito a una nueva imposición. Si la Izquierda logra dejar el rencor y establecer los lazos con los más, no será condenado a ser un proyecto con los menos. Si sobreponen el amor a la ambición se puede lograr la candidatura de Unidad de las Izquierdas con quién sea el elegido, y por fin llegar a ser un gobierno que logre la conciliación y la transición política que el país exige para su viabilidad, su estabilidad, su presente y su futuro.

viernes, 23 de julio de 2010

UNOS GRANDES OJOS QUEJUMBROSOS

En todas partes yo los evoco y en todas partes yo los veo,
estos ojos hechiceros tan mortalmente tristes.
¡Oh! como ellos desafían todo el arte de los pintores coloristas,
ellos que hacen mímica sin gesto y que hablan sin voz.
.
Ojos lascivos, y sin embargo tan ahogados en el éxtasis,
tan ávidos de lejos, ¡tan locos de obscuridad!
ellos se abren lentamente, y, llenos de extrañeza,
brillan como a través de un invisible velo.
.
Confidente familiar de sus menores miradas,
les leía los rechazos, las promesas y las peticiones;
azules como los zafiros, grandes como almendras,
ellos llegan a ser a veces horriblemente llenos de pavor.
.
Luego se echan atrás de un millón de leguas,
dentro de poco se acercan hasta merodear sobre ustedes,
ellos eran giro a giro inquietantes y dulces:
y yo, ¡fui encantado por estas pupilas azules!
.
¡Qué versos de trovadores, qué cantos de juglares,
qué páginas murmuradoras de exquisitas fruslerías,
qué dedos tañidores de laúdes o raspadores de violas
celebraron también ojos sobrenaturales!
.
Ellos saborearon la noche, y hacia la bóveda morena
se levantaron con semejantes punzadas,
que eso lo había podido creer, en ciertos momentos,
que ellos tienen un amor desenfrenado por la Luna.
.
Pero ellos consideraron este mundo con estupor:
sobre nuestras contorsiones, nuestras cóleras, nuestras riñas,
el spleen derivaba en largas miradas fijas
donde la compasión se mezclaba al miedo.
.
Mesalina, Safo, Cleopatra, Antíope
hubieran fundido sus ojos en estos grandes ojos quejumbrosos.
¡Oh! como yo espío los guiños furtivos
que les daban de repente un pequeño aire miope.
.
En los campos, el verano, sobre nuestros voluntarios exilios,
cerca de un paraje encantador donde la mirada se ata,
¡Oh! parcelas de azur, ¡Oh! pupilas sin mancha,
¡ustedes aspiraban el sol que entresacaban vuestros cilios!
.
Ustedes amaban los estremecimientos de la hierba donde se les tendiera;
y a veces por encima de un límpido abrevadero
mucho tiempo ustedes se bajaban, ingenuos, para veros
sobre el cristal del agua menos profundo que el vuestro.
.
Dos azulejos por la bruma entrevistos sobre una pradera
me recordaban estos ojos brillantes bajo el velo,
estos ojos de cortesano admirando su aseo
con yo no sé qué de infinitamente afligido.
.
Mi pasión celosa bebía sin alarmas,
mi alma largamente se venía a mirar,
ya que estos mágicos ojos tenían para maquillarse
¡el color oscuro del placer y la palidez de las lágrimas!...

OJOS CONSOLANTES

Tus ojos azules como dos azulejos
me siguen dentro de la hierba marchita
y cerca del lago en los juncos delgados
donde la brisa desenfrenada
venía a danzar los minué.


Querido Ángel, tú disminuías
las sombras de mi destino,
cuando hacia mí movías
tus ojos azules.


Mis spleens, tú los atenuabas,
y mi vida era menos condenada
en esta época afortunada
donde dentro del alma, en estremecimientos mudos,
tiernamente tú me insinuabas
¡tus ojos azules!

ACUARELA

Adorablemente naturalista,
mi atrevida pinta dentro de los bosques
en los sonidos de arpa y de óboe
arrullados por un arroyo triste.
.

Ingenuo, curioso, artista,
y noche y día rápido en los pavores,
su ojo maldice las serpientes frías
y ríe en los azulejos de amatista.
.

Reflejo de las hojas del bosque,
desgaste verde de las viejas canteras,
luces de las estrellas apenas apagadas,
.
Líquenes grises del barranco profundo
atraen sus miradas que van a
amortecerse dentro de las medias-tintas.

VIOLETA

De violeta y de cinamomo,
de coral húmedo y rosado,
de mármol fuerte, de sombra y de flama
es suavemente compuesto
tan bonito pequeño cuerpo de mujer.


Para mi amor que te reclama
tu reproche pronto tranquilizado
es ese que es para la brisa una censura
de violeta.


Tu saber tiene la escala musical,
el enigma teme tu ojo astuto,
y tu espíritu sutilizado
con el sueño se amalgama:
pero tu modestia es un alma
de violeta.

QUE QUIEREN GUARDAR SU SECRETO

El silencio es el amo de las cosas
que quieren guardar su secreto.
Él se va cuando el día engalana
y regresa dentro de las puestas de sol rosas.


Él cura las largas neurosis,
de los rencores y de la añoranza.
El silencio es el amo de las cosas
que quieren guardar su secreto.


En todos los jardines de rosas
él prefiere un rincón de bosque
donde la luna en el rayo discreto
estremece sobre los árboles sombríos:
El silencio es el amo de las cosas.

LA CRIOLLA, M.R.

Aquí está la hora decolorada:
la criolla dejó la sombrilla
y bosteza dentro de su hamaca delicada
al ruido de la vaga desconsolada.


Los girasoles del claro de luna
van y vienen sobre su piel morena:


Sin embargo sobre la áspera duna
las cañas dulces del maíz avientan su perfume.
Más de una boa buscando fortuna
sobre la selva se arrastra en ayunas.


Y los colibríes, uno por uno,
se borran en el día difunto.


Gracioso fantasma indistinto,
ella duerme un sueño profundo,
y el color del aire se funde
con el color de su piel.

DONDE SE PIERDE TODA SONDA

En el vacío de mi abismo donde se pierde toda sonda,
ahora mismo, día y noche, yo veo brillar dos ojos,
amorosos elixires de la flama y de la onda,
reflejos cambiantes del spleen y del azur de los cielos.


Ellos son demasiado singulares para ser de este mundo,
y sin embargo estos ojos orgullosos, tristes y nebulosos,
sin cesar clavándome su luz profunda
exhalan las miradas penetrantes que son los besos azules.


Nada valen para mi corazón estos ojos llenos de ternura
únicamente encargados de abrevar mis aburrimientos:
lámparas de mi dolor, faros de mi desamparo.


Los ojos que son para mí la estrella en el fondo de un pozo,
adorables faroles místicos y fúnebres
surcando de relámpagos divinos el pez de las tinieblas.


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por la falta de luz algunos seres abisales carecen por completo de ojos

CON LA MÁSCARA DE LA MENTIRA...

Con la máscara de la mentira
la palabra sigue su camino,
repta hoy, vuela mañana,
se abrevia o bien se alarga.


Ella empuña como una mano
y se esconde como un sueño,
con la máscara de la mentira
la palabra sigue su camino.


Corazones de velo y de pergamino,
cada uno la bebe como una esponja;
y hasta el fondo del abismo humano
ella se insinúa y se hunde
con la máscara de la mentira.

jueves, 22 de julio de 2010

LOS LAMENTOS

Venidos de los cuatro rincones del horizonte salvaje,
de la cima de los picos y del fondo de los remolinos,
los vientos del Norte de mal genio son los invisibles locos
que azotan sin correa y que aullan sin boca.
.
Los arroyos no tienen nunca los ruidos susurrantes
dentro de su diminuta cama que serpentea y que vaga,
y no les escuchan sacar más que un murmullo muy vago
de los estanques recogidos bajo los sauces llorones.
.
Pero la mar que gime como un alma que sufre,
desgarra bajo los cielos mudos sus eternos sollozos
donde vienen a mezclarse en la espuma de las olas
las sofocaciones de los ahogados que ella engulle.
.
Cuando se exhalen, después que la tormenta cesó,
los soplos de la noche más ligeros que las burbujas,
el quejido en la minera de los sapos noctámbulos
hace gemir el camino, la encrucijada y la fosa.
.

Jeremías en los cien brazos sobre los que el viento jadea,
el árbol en todos los sollozos dentro de sus murmullos,
y el eco de los bosques repite los chirridos
del lobo, trotador horrible que el hambre vuelve esqueleto.
.
Cuando paso, en la noche, sobre un valle apartado,
me estremezco con el grito ronco y estridente de la quebrantahuesos,
ya que, para mí, este lamento errante que me asusta,
es el gemido de la Fatalidad.
.
Bajo el arco sensitivo donde pasaron nuestras alarmas
el alma de los violines solloza, y bajo nuestros dedos,
el arpa, con un ruido de manantial dentro del bosque,
desgrana, en sonidos mojados, la música de las lágrimas.
.
El suspiro clandestino de las vírgenes de belleza
parece agradecer el amor que les roza la cara,
pero el quejido por el dolor del amor es un remordimiento que se queja
del placer ya muerto antes de haber sido.
.
En vano se le defiende, en vano se le hace misterio,
los males que la claridad del día parece adormecer,
todo hombre interior, en un horrible suspiro,
cuenta su angustia a la noche solitaria.
.
Y el montón vagabundo de parias temerosos,
negros peregrinos quejumbrosos, sin cantimplora, ni sandalias,
en todas partes, sobre las tierras firmes, las piedras y los sepulcros,
pasan como un rebaño de fantasmas quejumbrosos.
.
Dentro del bosque de las cruces, tumbas viejas y nuevas,
cuántas mujeres arrodilladas escuchan ustedes
gemir con los sonidos más tristes y más dulces
¡que los arrullos de las tórtolas viudas!
.
Mientras que, en un grito furioso que le desfigura,
el niño hace alarde en quejarse de la vida,
el abuelo que le observa con un ojo de envidia
gruñe de terror pensando en la muerte.
.
El agonizante grazna un lamento que aflige;
y cuando los muertos son encerrados dentro de su baúl obsesivo,
el resuello gorgoteador que ellos tienen abandonándose
filtra como el lamento pestilente del cadáver.
.
- Ellas tienen los ecos vibrantes como los tañidos
y adentrándose con una horrible velocidad
dentro de mi fúnebre corazón lleno de sombra y de tristeza
donde fueron instalados los búhos de las Desgracias;
.
¡Sí! sobre el rugido formidable de las nubes
mi alma oye a veces el Infinito sollozar,
¡mi alma! donde van a unirse y repercutirse
¡todos los estremecimientos atravesados de dolores desconocidos!

LOS ESTREMECIMIENTOS

De la tórtola al sapo,
de la cabellera a la bandera,
en flor de agua como a flor de piel
los estremecimientos corren:
los unos furtivos y pasajeros,
imperceptibles o ligeros,
y los otros pesados y prolongados
que os labran.
.
El viento para los tiempos oscuros o claros
engendra los estremecimientos amargos
que hacen pasar del fondo de los mares
al cabo de las velas;
y todo estremece, tierra y cielo,
el hombre triste y el niño alegre,
¡ y las vírgenes de las que los ojos
son las estrellas !
.
Ellos reflejan, más dulces, más temblorosos,
las confesiones de los amantes trastornados;
se dispersan en los campos de trigo
y los ramajes de los árboles;
vienen tempestuosos o alocados
de la montaña en los arroyuelos,
y son los hermanos de los reflejos
y de los murmullos.
.
Dentro de la mujer donde acumulamos
tanto amor y tantas sospechas,
dentro de la mujer todo es estremecimientos:
¡ El alma y el vestido !
¡Oh! ¡del que quisiera coger!
¡ pero apenas en la voluntad del deseo
él evocó el placer,
que él se roba !
.
Él es inocente y tranquilizante,
es el estremecimiento de la abnegación
por el que el alma es secretamente
recompensada;
un estremecimiento alegre nace de la esperanza,
un estremecimiento serio del deber;
pero el Miedo es el estremecimiento negro
del pensamiento.
.
El Miedo que pone sobre los caminos
los personajes sobrehumanos,
el Miedo en las manos invisibles
que reviste el árbol
de una caricia o de una mortaja;
que hace temblar como un abuelo
y que os vuelve, cuando estás solo,
blanco como un mármol.
.
¿De dónde viene a veces, de repente,
la angustia que te aprieta el cuello?
¿ Cuál problema insoluble y loco
te pone en desorden,
tú que la ciencia amarilleaste,
viejo ateo áspero y endurecido ?
- "Es el aburrimiento del Infinito
que me atraviesa"
.
La estridente quintaesencia,
Edgar Poe, rotundamente como el acero,
desprende un estrecimiento de hechicero
¡ que os cautiva !
Delacroix da a eso que pinta
un estremecimiento de tejo y de abeto,
y la música de Chopin
estremece toda.
.
Los anémicos, los frenéticos,
los tísicos cerosos,
autómatas cadaverosos
a la voz perturba,
todos esperan con pavor
el regreso de este estremecimiento frío
y monótono que mengua
y que arrecia.

Ellos hacen temblar sin cesar
a la Miseria en el rostro decrépito,
esa que merodea y desaparece
pálida y flaca,
sin albergue y no teniendo más para el invierno
que un raído pequeño chal verde
que se retuerce como un gusano
bajo el viento frío cruel.

Estremecimiento de vida y de salud,
de juventud y de libertad;
estremecimiento de aurora y de belleza
sin resentimiento;
y además, estremecimiento del mal que muerde,
estremecimiento de la duda y del remordimiento,
y ¡estremecimiento final de la muerte
que nos consume!



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El tejo, árbol de la oscuridad, de la penumbra, de la muerte.

El abeto, el árbol de la Navidad, de la alegría y la prosperidad.

El tejo, al igual que el abeto, son árboles que permanecen verdes durante el invierno cuando el resto de la naturaleza muere.

La expresión "sentir le sapin" significa "oler al abeto", pero es usado para expresar "oler a muerte".

miércoles, 21 de julio de 2010

LAS LÁGRIMAS DEL MUNDO

Dentro de los ojos de la Humanidad
el Dolor va a disparar su hechizo.
Todas nuestras risas, todos nuestras ostentaciones
sollozan su futilidad.


En vano el orgullo y la salud
son nuestros escudos y nuestras armas,
dentro de los ojos de la Humanidad
el Dolor va a disparar su hechizo.


Y la inmóvil Fatalidad,
que se recupera con nuestras alarmas
sonríe al océano de lágrimas
que se balancea por toda la eternidad
dentro de los ojos de la Humanidad.

A UNA MISTERIOSA, M.R.

Amo tus largos cabellos y tus pálidas manitas,
tus pequeños pies de niña, en las uñas salientes,
tus ojos siempre pensativos y nunca irritados,
tu boca de terciopelo y tus finos dientecillos.

Y además, adoro tu corazón donde, como los aldeanos,
balbucean en ocio tus sueños acompasados;
tu corazón, en los sentimientos densos y matizados,
y tu espíritu que cotillea con todas las notas musicales.

Tu roce me hace estremecer hasta los huesos
y sobre sus miradas llenas de invisibles juncos
tu pupila mística envuelve mi alma:

Luego, ¡tú me tienes todo entero, tú me subyugas! Pero,
¡ contigo, yo no sé y no sabré jamás
que es lo que más amo el Ángel o la Femme !

LA IMPOTENCIA DE DIOS

No es una imprecación, es un poema...


Dios querría salvar a Lucifer
que se quema, después de tantos años,
en el medio de las llamas condenadas
de su espantoso Infierno.


Pero el Arcángel altivo y orgulloso
no tiende sus manos calcinadas:
Dios querría salvar a Lucifer
que se quema, después de tantos años.


En vano sobre su trono de hierro,
Satán guarda todavía, obstinadas,
sus revueltas imperdonables,
y triunfa teniendo sufrimiento,
¡ Dios querría salvar a Lucifer ! -

CAMPANA SOBRE CAMPANA

Las campanas de nuestras basílicas
salen de su encierro todos los Jueves Santos,
y van a Roma por enjambres
taciturnas y simbólicas.


Cuando sus latidos fuertes, en golpes disparejos,
sonaron los piadosos toques de referencia,
las campanas de nuestras basílicas
salen de su encierro todos los Jueves Santos.


Y dentro de sus vestidos metálicos
al abrigo de miradas malsanas,
en fila, como los monjes capuchinos,
ellas se van, melancólicas,
las campanas de nuestras basílicas.

EL ÁNGEL PÁLIDO

A la larga, llegué a ser bien sombrío:
Mi sueño se extinguió, mi risa se gastó.
Amor y Gloria huyeron como un perfume de rosa;
Nada fascina más mi corazón decepcionado.


Me queda sin embargo un ángel de palidez verdosa,
niña pálida que vela y busca tranquilizarme;
sal de la lis humana que la tristeza esparce
y que cuelga su alma en las alas del beso.


¡ Religioso fantasma en los encantos adormecedores !
Un fluido mimoso sale de sus dedos místicos;
el ritmo de su paso es pleno de indolencia.


La piedad de su gesto conmueve mi soledad;
en todo momento, su voz que deja penetrar a la esperanza
murmura una palabra tranquila a mi inquietud.


........................................................................

La flor de lis ha simbolizado siempre cualidades nobles o "divinas" como: el honor, la realeza, la pureza, la generosidad, la perfección, la luz de la vida.

El poeta pide "sal de la lis humana" quizá refiriéndose a abandonar un mundo regido por la alianza del clero y la nobleza, o separarse de una sociedad que atribuye carácter divino a las realezas, por lo que se deduce le pide salir del mundo de simulación y entrar al imperfecto mundo donde los valores nobles o caballerescos como el honor, la pureza o la generosidad llegan a ser vulnerados, y por tanto la luminosidad de la vida difícilmente se captura para decir "Instante bello, detente", aunque con un progreso lento se va fortaleciendo el rechazo a cualquier grupo político que se considere supraterrenal, supremacista, e inclusive ya se desconfía de la misma Iglesia que ha solapado a quienes han vulnerado sus preceptos religiosos.

EL ÁNGEL GUARDIÁN

Arcángel femenino del que el bello ojo, sin tregua,
resplandece cubriendo de bruma como un sol afligido,
tranquiliza la pena de mi corazón agitado,
Reina de la dulzura, del silencio y del sueño.


Inspirame el esfuerzo que hace que se ponga de pie,
enseñame el valor en mi cuerpo desconsolado,
salvame del aburrimiento que me devuelve pasmado,
y da lustre a mi esperanza oxidada como una vieja espada.


Vuelve a encender en tu alegría mi pobre risa extinta;
gasta conmigo el viejo hombre, y después, noche y mañana,
¡ dejame adorarte como convenga a los ángeles !


Dejame adorarte lejos del mundo burlón,
en el acunar que exprime dulcemente de tus miradas extrañas,
¡ céfiros azules transportan los perfumes de tu corazón !

EL PALACIO DE LAS ALMAS

El Cielo es el palacio de las Almas
y de las felicidades eternizadas:
allí, cerca sus dedos irisados,
La Virgen ruega con sus damas.


Los Espíritus funden sus flamas,
¡ los Corazones se dan con todo los besos !
El Cielo es el palacio de las Almas
y de las felicidades eternizadas.


Sobre el ala pura de los Árboles del Cielo
y los céfiros que comunican la virtud angélica,
los cuerpos blancos y divinizados
flotan como las insignias;
¡ El Cielo es el palacio de las almas !

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Ailanthus Altissima, tambíen conocido como Cinamomo, es el Árbol del Cielo, posiblemente "aile" cuyo significado es "ala" se relaciona con "Ailanthus".

martes, 20 de julio de 2010

MÚSICA DE PIANO

A la hora donde la sombra negra
nubla y confunde
la luz y la gloria
del cielo profundo,
sobre el teclado de marfil
mis dedos se dejan llevar.

Cuando tus arrepentimientos y las alarmas
baten mi pecho como las olas,
la música traduce mis lágrimas
y repercute mis sollozos.

Ella me vierte todos los bálsamos
y me sopla todos los perfúmenes;
ella evoca todos mis fantasmas
y todos mis recuerdos difuntos.

Ella me tranquiliza cuando sufro,
ella deleita mi languidez,
y es en ella que yo dilapido
lo inexpresable de mi corazón.

Ella moja como la lluvia,
ella quema como el fuego;
es una risa, una bruma oculta
que se dispersa en el azul.

En sus mezclas de acordes extraños
tumultuosos y zumbantes,
escucho los chasquidos de alas de ángeles
y de las mortajas de resucitados;

los ritmos tienen con las escalas
misteriosos unísonos;
todas las notas son de las almas,
de las palabras y de los estremecimientos.

¡Oh! Música, torrente del sueño,
néctar amado, filtro bendito,
curso de río, revuelta violenta, salta sin tregua
y condúceme al infinito.

A la hora donde la sombra negra
nubla y confunde
la luz y la gloria
del cielo profundo,
sobre el teclado de marfil
mis dedos se dejan llevar.