A Edward Snowden se le niega el asilo político en la mayoría de países del mundo, lo persigue la única potencia mundial por divulgar secretos de Estado que han dañado la credibilidad del gran Imperio ante muchos de sus socios europeos. No es probable que quiera aceptar vivir en la terminal del aeropuerto de Moscú como en esa película de Tom Hanks "The Terminal". Ni tampoco es muy probable que quiera vivir encajonado en una embajada como le sucede a Julian Assange quien vive en el refugio que le proporciona Ecuador en Londres. Los países europeos no quieren dañar sus relaciones con Estados Unidos, y por ello aunque Snowden no sea un terrorista o un criminal que derramó sangre, niegan severamente que Snowden pueda recibir el asilo político. Podría entregarse a la justicia americana donde dicen que será juzgado y tratado respetando sus derechos humanos. Pero qué sorpresiva ha sido la reaparición de la espía top-model Anna Chapman, una pequeña alegría para el sufrimiento de Edward Snowden, la bella espía rusa ha escrito en su cuenta de Twitter:
“Snowden, will you marry me?”
(Snowden, ¿te casarías conmigo?)
“@nsa will you look after our children?”
(nsa, ¿cuidarás de nuestros niños?
Solo falta que los presidentes Obama y Putin sean testigos de la boda, y que nombren como padrinos para organizar la boda a Hollande y a Xi Jinping, y a los que se vayan apuntando. Pero desde luego, que la Luna de Miel sería en Bolivia para recorrer los Andes y las ruinas incas, y para subsanar la delicada tensión internacional que Evo Morales les preste el avión presidencial a la pareja y que ningún país les niegue hacer escala en el lugar que quieran, aún fuera París o hasta Irán o Corea del Norte. ¡Y el amor de dos espías por fin unió al mundo! Pero tristemente, no sabemos si acabará esto como cuento de hadas o como un rencor y desconfianza de todos contra todos. Bien por Anna Chapman que supo encontrarle el buen momento a una situación tan delicada.
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