- Supongo que tu hermana no aprueba segundos amores.
- No -contestó Elinor-, todas sus ideas son románticas.
- O más bien, según creo, considera que no es posible que existan.
- Creo que así lo piensa. Pero como lo hace sin reflexionar en la figura de su propio padre, que tuvo dos mujeres, es algo que no sé. El paso de unos años, de todos modos, asentará sus opiniones basándolas en el sentido común y la observación, y será entonces cuando se podrán definir y justificar más fácilmente que ahora por ella misma, mejor que nadie.
- Puede que este sea el caso -respondió él-, y además hay algo tan afable en los prejuicios de una mente joven, que uno siente ver cómo adoptan opiniones comúnmente aceptadas.
- No puedo estar de acuerdo con usted en este punto -dijo Elinor-. Puede haber inconvenientes en sentimientos como los de Marianne, que todas las maravillas, entusiasmos e ignorancias del mundo no pueden redimir. Sus códigos tienen la desafortunada tendencia de no actuar con propiedad en nada, y que conozca mejor el mundo es lo que le deseo, como lo mejor que le podía pasar.
Tras una leve pausa el coronel resumió la conversación diciendo:
- ¿No hace tu hermana distinciones cuando se opone a segundos amores o es su decisión igual de criminal para todo el mundo? ¿Serán aquellos que descartó en un primer intento, ya sea por la inconstancia o por la perseverancia, igualmente indiferentes para el resto de sus vidas?
- No creo estar al tanto de las minucias de sus sentimientos. Sólo sé que hasta la fecha nunca la he oído admitir ningún ejemplo en el que segundos amores se pudieran perdonar.
- Esto -dijo él- no puede significar más que un cambio, un cambio total de sentimientos... No, no lo deseemos, ya que cuando los refinamientos románticos de una mente joven se ven obligados a claudicar, ¡qué frecuente es que los sigan opiniones demasiado comunes y peligrosas! Hablo por experiencia. Una vez conocí a una dama que era igual a su hermana, tanto en el carácter como mentalmente. Pensaba y emitía juicios como ella, pero por un cambio impuesto... por una serie de desafortunadas circunstancias...
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IL POSTINO
lunes, 15 de julio de 2013
PREJUICIOS DE UNA MENTE JOVEN
Etiquetas:
AUSTEN,
SENSE,
SENSIBILITY
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