Han llegado los
funcionarios, se da un discurso breve, se elogia al artista ido, y se devela la
estatua. La formalidad implica un fuerte aplauso si han llegado temprano, sino
es obvio que se mostrará el resentimiento en la ceremonia. En este caso Sofía
cumple otro trabajo, visualizar si hay algo extraño, ve a un mimo y a un
arlequín pelearse por un paquete, los dos se caen, ella va a socorrerlos, y al
instante se levantan y salen corriendo, el paquete contenía pétalos de flores
rojas.
Natán, de reojo
mira a Sofía, continúa en su función de estatua, el acto público ha concluido,
están platicando y relacionándose, o simplemente observando y meditando ante la
figura de Escribanio. Sofía
regresa junto a Natán, y le dice que ya puede dejar su función de estatua, e
impidiendo su protesta de detenerse le da un beso largamente contenido.
Por la noche, Natán
y Sofía revisaron sus trajes para asistir a la boda, no les faltaba nada, tal
pareciera que desde que Sofía invitó a Natán hace algunos meses, ya se
encontraran listos, tenían en mente el evento, y la previsión del vestido no
implicaba si al final se verían en Madrid o no. Natán le había dado tantas
vueltas a la situación, que llegó a la conclusión de que esta vez no debía
faltar. Y confirmó que estaría junto a Sofía, quien le inspiraba cierta
libertad, cierta cercanía.
Sofía fue
permisiva y aunque prefería a la estatua viviente, dejó a Natán hacer como si
tuvieran una gran noche de bodas, aunque ellos ni tendrían ceremonia ni
firmarían contrato alguno. Natán se enlazó a la juventud de Sofía, y deseaba
que el instante se detuviera, pero Sofía no era tan dramática, ella seguía con
una alegría con fortaleza y no se comparaba a la angustia de Natán al pensar
que su dicha tal vez no se volvería a repetir.
Llegó el día de
la boda, se alistaron para la celebración religiosa, él iba de traje negro y
ella lucía un atuendo naranja, ella corrigió el cuello y la corbata de él, estaban
listos, a la espera el taxi que los llevaría a la Iglesia que consagraría la
unión no de ellos, solamente de un amigo de ella con su prometida que no
conocía. Curioso es pasar asistiendo a eventos sin haber consolidado una pareja
formal, como para completar el requisito se invita a alguien a acompañarte, de
que si es posible llegar solos es posible, pero para evitar ser el centro de la
atención es mejor asistir junto a alguien, indicando que no se es contrario a
que la gente celebre la unión en pareja, es un deseo de éxito sentir que muchas
parejas aplauden a una nueva pareja.
Allí sentados,
esperando a los novios que contraerán nupcias, una multitud de personas con sus
mejores vestidos se regodean con la espera, cuando en el amplio portal aparece
el padre y la hija a desposarse, y casi en simultánea el amigo de Sofía con su
madre. Natán siente nudos en la garganta, él ha eludido los compromisos, no le
gusta complacer a alguien si no lo siente, es muy común en los matrimonios esa
situación de altibajos, momentos en que se quisiera estar solo y ahora debes
buscar complacer al otro, sino para que unieron sus vidas hasta tal punto que
ya no hay autonomía, la decisión es de dos, y al ser ambos ya no se tiene una
real independencia, se concerta, se conviene, se busca amoldarse a la forma de
ser del otro y esos ajustes son demasiado para quien disfruta la libertad.
Sofía como la
gran mayoría de los asistentes, se emociona con la ceremonia, ven avanzar a los
novios tomados de las manos de sus padres que los dejaran como se estableció el
compromiso ante el altar, ahí un ministro espera realizar la consagración ante
el público presente y ante su credo en la divinidad, que queden como testigos
la divinidad y el público presente que esta pareja ha aceptado ser vista de
aquí en adelante como él y ella, como ella y él, la indisoluble conjunción de
dos formas de ser que se deben tolerar de aquí en adelante para seguir juntos.
El ministro los
previene que la unión será hasta que la muerte los separe, si hay alguien que proteste
en contra de esta realización que lo exprese, el corazón de Sofía y el de
muchas mujeres se mantiene en una exaltación conjunta, todo marcha como los
novios querían, y falta el paso final ellos se aseguran mutuamente que respetan
el compromiso, ambos dicen que “sí”, y todo pareciera como que siguen separados
pero un beso aproximando sus cuerpos indica que él es de ella y ella es de él,
el ministro autoriza a que se besen, y la firma, el contrato que ve la gente,
es ese beso ante el público asistente ante una Iglesia que da fe del hecho.
Una lágrima recorre la mejilla de Sofía,
ella está feliz, pero todavía cree muy lejano, tener un príncipe azul con el
cual pueda unir su vida por el resto de los días.
Natán, un poco enrojecido, siente vergüenza
de estar en la Iglesia, siente vergüenza de estar ante una ceremonia para amarrar
a las parejas cuando él prefiere seguir suelto, realmente quisiera ya salir del
sitio sagrado e irse a la fiesta, no le gusta el tipo de ceremonia donde no hay
libertad de opción, y él que no cree en las parejas a qué acude, a que lo vean
representar cómo disfruta como espectador el montaje de una boda, donde él como
severo juez critica si le ha parecido la obra llamada “nuevo matrimonio” y en
realidad hubiera sido más feliz si este episodio se lo hubieran saltado y se
pasa directamente a la fiesta.
Sofía toma de la mano a Natán y bromean en
la Iglesia:
-
Ya casi te libras de mí, falta
la fiesta.
-
Mmmm, creo que me has sugerido
que te proponga algo.
-
Olvídalo, no funcionaría,
aunque quizá si vivieras en España…
-
Mejor vayamos a la fiesta y
disfrutemos el momento.
-
Concuerdo, gocemos por estar
juntos.
La fiesta resultó
animada, bailaron como nunca, y en su mesa estuvieron sentados con otros
jóvenes, cuando se les acercó el nuevo matrimonio y lo felicitaron:
-
Se ven magníficos, que tengan
mucha fortuna.
-
¿Y para cuándo Sofía? No admito
que te rías como si fuera algo sorprendente.
-
Me río porque siento mucha
felicidad como si hubiéramos afirmado la vida.
-
Jaja, es muy fácil aprobar lo
que otros hacen, pero porque no hacerlo tú.
-
Jaja, prefiero sentir que puedo
hacerlo, pero cuándo está en incógnita.
-
A seguir disfrutando entonces.
Natán no dijo
nada, Sofía se quedaba con imaginación de que algún día… Por lo pronto, se
traía a Natán como a su osito de felpudo, del aeropuerto a la develación de su
estatua, luego a su casa, a la Iglesia por la boda, a la fiesta, y por la
madrugada lo volvería a dejar en el aeropuerto.
Clementine,
caminando por un parque en Nueva York, vuelve a cruzar con el vagabundo:
-
¿Y bien lo has pensado?
-
Sobre qué.
-
Una pregunta, una duda…
-
¿Qué sentido tiene esconder tu
persona?
-
Te temen, no quieres jugar…
-
¿Y tú la escondes?
-
Algunos me temen, algunos creen
que juego.
-
Prefiero que me teman, luego no
soporto intrusos.
-
Jaja, mi persona es dialogar en
la calle, la busco, a veces me silencian.
-
Mi vida es replegarme en los
secretos, no juego abierto…
-
Habló con una mujer fantasma
con existencia fantasma.
-
Sí, prefiero que no me vean,
que no me sigan, que me teman.
-
Supongo que tienes curiosos que
quieren saber de ti.
-
No puedes ser transparente como
el aire.
-
Pero si puedes ser borrosa,
nublada, tu rostro es incierto.
-
Mmmm, sienten inseguridad
porque no conocen el rostro.
-
Cuando te vea alguien el
rostro, no podrás olvidarlo.
-
Jaja, hasta luego.
Natán, una vez
llegado a su casa, puso pantunflas y se comunicó con Sofía:
-
Estuvo excelente, ¿y tu
familia? Ni siquiera te pregunté…
-
Es lo que quería, ellos no
viven en Madrid, tendrás que venir para que hagamos una excursión interior a
las montañas, ellos son muy valientes, todavía viven sin muchos lujos modernos.
-
Esa era la sorpresa, que estás
sola y sin compañía, me siento apenado.
-
Vale, no te preocupes, gran
parte de mi vida ha sido el esfuerzo por forjarme sola.
-
Así que no había tal familia en
Madrid, creí que no era de tu confianza para que me los presentarás.
-
Cuando te conozcan, es posible
que se sinceren y te tomen cariño, me gustaría te atrevieras a conocerlos.
-
Ya veremos…
En su casa Sofía
arreglaba y modificaba para sentirse a gusto, a veces movía, guardaba, volvía a
colocar objetos personales que fueran con su estado de ánimo. Por ahora, con
alegría pero inconscientemente colocaba todo lo relacionado con la Sofía joven
para olvidar cualquier compromiso posible en el futuro, la boda había quedado
en el pasado, Natán ya estaba muy lejos de Madrid. Sofía disfrutaba su
independencia.
La industria de
los perfumes recibió la novedad de la elaboración de Cinammor, se bromeaba que
evidentemente un producto artificial colocado en la piel no expresaba el amor
como las flores, pero el efecto deseado fue conseguido, se sentía rápido e
intenso como la canela, y se impregnaba y solo se removía con un buen baño y
otra esencia. En la industria del perfume, es muy notorio distinguir que
perfume permanece y cuál es desplazado. La idea con Cinammor es que llegó para
quedarse y los perfumes a base de metano se seguirían introduciendo en el
mercado.
La presentación
del nuevo producto, Cinammor, se llevaría irónicamente al lado de los jardines
de la organización. Ahí se encontraba Natán reflexionando sobre la poda de los
jardines y la universidad de la locura, sobre tulipanes y Holanda, por su mente
cruzó rápidamente el film La Naranja Mecánica de Kubrick y el libro El Elogio
de la Locura de Erasmo de Rotterdam. ¿Por qué la mujer misteriosa hablaba de
una poda de los jardines? Ya, quizá significaba que no tendría sentido hablar
de flores, todas las flores estarían al mismo nivel, al usarse químicos como
sustituyentes de esencias florales, cualquier flor estaría al nivel de ser
expresada como una fórmula química. Todas las flores serían fórmulas químicas,
y no era difícil imaginar que podrían ser obtenidas de metano usando el camino
del benceno y los aromáticos. No hablaríamos finalmente de tallos altos o bajos
para las flores, podrían ser anotadas en el mismo renglón y compartir la altura
en la hoja del cuaderno del científico. De pronto, ver expresado tu jardín,
como un conjunto de símbolos que se conectaban con tal o cual compuesto
químico, la variedad del jardín correspondía a pigmentos para el color, a la
adsorción que es sobre superficies, velocidades de difusión para los compuestos
volátiles olorosos. Un jardín de fantasía expresado en simulaciones de
reacciones dentro de complejos petroquímicos tomando como base el metano. Y las
condiciones finales del producto cumpliendo necesidades del mercado desplazando
a las flores reales.
El Director de la
organización decía que es un momento histórico, no se habla del desplazamiento
de un perfume elegante por otro perfume más elegante. Se trata de ampliar la
gama de posibilidades y de desplazar el mercado hacia la adquisición de
perfumes sintéticos como Cinnamor con la intención de tener más jardines y
hacer un uso sustentable de los recursos no renovables.
Llegando a casa, Natán
recordó que había llegado a Erasmo de Rotterdam, quien es llamado así pero su idea
fue fijada como origen en la ciudad académica de Delft que cuenta con una gran
universidad que posee hermosos jardines. Ahí estaba completamente resuelto,
ella quiere que vaya a Delft y visite la universidad de este lugar, que posee
una estatua de Erasmo. Por ello, fue que remarcó lo de los tulipanes, y además
habló del jardín fantástico en la universidad. No sabía a dónde le llevaría
esto, pero le propondría al Director de la organización que se realizará la visita
a Delft, tendría impacto en la estrategia de marketing la visita a ese jardín
fantástico.
Clementine miraba
el telediario y no se sorprendía de la información que proporcionaban, puso
atención en la nota referente al perfume sintético Cinnamor, y con una sonrisa
expresó:
-
Esas flores que se traficaban
en el mercado, ¿tendrán que ir a algún lugar?
Recordemos que
Alicia una vez cruzando el espejo, se encontraba con un jardín fantástico donde
las flores se expresaban por medio de palabras, y reclamaban, criticaban,
lloraban y hacían alharaca, Alicia tenía que estar muy al tanto de lo que
decían las flores.
El Encargado de
la Organización de Sochi en Nueva York recibió el apoyo de los patrocinios de
las marcas más competitivas de los Estados Unidos. Le dirigió una de sus llamadas
a Clementine, fue muy breve:
-
En el compromiso de nuestra
charla, he recibido los apoyos de los patrocinios.
-
Seguimos en contacto.
-
Sochi sigue adelante.
Viajando a un país pobre, el Dr. Platonio Smart visitó
las instalaciones deportivas, y observando notó que había muchas deficiencias,
no había un ambiente cómodo para el entrenamiento y el equipo de soporte para
el entrenamiento no era lo más moderno. Como suponía, no puede haber maravillas
donde hay rezago, ¿cómo puede darse que los imbatibles perdieron ante estos
deportistas entrenados en estas instalaciones con rezago? Paralelamente, su
grupo de colaboradores visitó otros países de dónde emergieron más
bate-imbatibles.
A su regreso a Caperucita analizaron en una reunión, los
resultados de su visita a estas instalaciones deportivas de países pobres.
-
Ya vimos y palpamos el nivel de
deterioro…
-
Es lamentable la participación
de deportistas que no entrenan en circunstancias similares…
-
Es una desgracia, pero ¿cómo
lograron tumbar a los imbatibles?
La secretaria del Dr. Platonio Smart le
traía un fax, y éste leyéndolo celebraba con sus colaboradores:
-
Como lo esperamos, seguimos
recibiendo fondos para la investigación de las marcas impulsoras del deporte.
-
Desde luego, muchos patrocinios
perdieron prestigio al perder los imbatibles.
-
Están buscando un culpable,
¿qué modificó el plan de que ganan los que siempre ganan?
Regresando al
análisis de las visitas a las instalaciones deportivas:
-
No tienen que ver las
instalaciones.
-
De acuerdo, los equipos no son
modernos.
-
Los deportistas o no entrenaron
en su país o tuvieron un día sobrenatural.
El Dr. Platonio Smart
-
Tenemos como siguiente paso,
dar un seguimiento a las deportistas, es conocido por lo difundido que muchos
de los ganadores de pódium no existían en el panorama deportivo antes de
participar en los Juegos.
En Rusia, se
tenía por costumbre abandonar las frías heladas y viajar a América y África,
las mujeres adoraban el usar vestidos primaverales y no tenerlos en el
guardarropa sin usar, era el clima lo que reprimía a sus ganas de vestirse con
más color y dejar los colores grises ú oscuros de los abrigos. En el caso de
los hombres, había esas ganas de descansar en una playa caribeña o de recorrer
selvas con esa variedad de flora y fauna, difícil de visualizar en las
desérticas tundras.
Habiendo
conseguido el objetivo, la suplantación de identidad no fue notada, los
deportistas rusos habían regresado después de infiltrarse en las delegaciones
de países pobres y haber cosechado el mayor descalabro de imbatibles en la
historia deportiva. Eran rusos que habiendo sentido la oportunidad de migrar
hacia países pobres se fijaron la meta de “nacionalizarse” y jugar en los
Juegos con las banderas de un país pobre. Así se resolvía lo que el Dr. Platonio
Smart buscaba con ahínco. Era como un desquite deportivo muy necesario, siempre
se pensó que el desarrollo del deporte en un país pobre era imposible, y ya se
vio que los rusos después de actuaciones lamentables en las disputas deportivas
internacionales tras su desmembramiento de la unión de repúblicas, la formación
de la comunidad de estados, la separación en países soberanos, buscaba nutrir
al mundo de ese espíritu deportivo que al ser tan selectivo dejaba fuera a
muchas promesas, y que al existir tantos filtros ya no llegaban a conocerse en
justas internacionales. Ahora, simplemente ocurrió lo que ya esperaban, una
migración, los deportistas se fueron a los países pobres y en estos Juegos
pusieron un alto a los imbatibles.
Siempre se ha
manejado ese estigma de pertenecer al lado de los condenados de la tierra, y
ahora sucedía que deportistas de alto nivel suplantando identidad participaron
bajo el lado de estas pobres naciones que no tienen ni instalaciones
deportivas, ni equipo moderno, ni apoyo económico, ni organizaciones deportivas
fortalecidas. La inoculación de deportistas rusos a las delegaciones de países
pobres fue un éxito, lograron levantar el ánimo a los habitantes de esas
regiones desfavorecidas del mundo, lograron derrotar a imbatibles, y logran que
los patrocinios lancen su mirada a otras regiones del mundo, muchos de los
imbatibles hicieron quedar mal a los patrocinios al haber sido derrotados, y
esto casi provoca un colapso por la pérdida de credibilidad en las marcas que
supuestamente conquistan sueños.
En Madrid, Sofía
buscaba caminando por un parque esa reflexión sobre lo que había vivido
últimamente, ponía en reflectores a Natán, se lo encontró en Berlín y lo acabó
de reencontrar en Madrid, se notaba que era un chico abstraído o que no
expresaba más que los sentimientos que ella quería, suponía y casi se propone
comprobarlo que Natán era un baúl de secretos, y ella casi nada sabía de su
vida, parece que trabajaba en una organización que vendía perfumes, y algo
pareció haber leído sobre la sustitución de las flores en la elaboración de
perfumes. Y en esta tranquilidad Sofía se había encontrado un lazo para tratar
de descifrar el misterio de los paquetes con pétalos de flores. Natán, pudiera
documentarla en cuanto para qué usan comúnmente los pétalos de flores, y qué
sentido tendría llevarlos en paquetes.
Clementine,
continuaba en Nueva York, y se encontraba deambulando con un abrigo negro, se disponía
ir por alimentos a una cadena de comida rápida, cuando antes de alcanzar la
entrada, se apareció el vagabundo y dialogaron:
-
También los fantasmas son
imbatibles.
-
Así es, hasta los vagabundos
intrusos.
-
Pero los secretos caen,
entonces los imbatibles son derrotados.
-
Jaja, no soy imbatible, solo
soy misteriosa.
-
Pues los imbatibles eso eran,
eran misteriosos.
-
¿Y cómo evitó la caída?
-
Resuelve el misterio y se caen
los adversarios.
-
Jaja, no tengo adversarios, yo
no soy apostadora.
-
Y si perdiste con los imbatibles,
los apostadores hicieron oro.
-
No, creo en la competencia, y
los deportistas perdieron por confiados.
-
¿Y usted es confiada?
-
Hasta las palabras de un
vagabundo me hacen desconfiar…
Natán no perdió
oportunidad y retomando el discurso del jefe, acerca de la “intención de tener
más jardines”, se dedicó a armar una presentación con imágenes del jardín
fantástico de la universidad de Delft. Natán aseguraba que era posible
transformar el mundo del sórdido material gris hacia una convivencia de
naturaleza, flores, colores, perfumes y formar con una bonita combinación, una
percepción más amplia que la limitada por la razón ostracista. Por ello,
plantearía ir a descifrar las claves en la universidad vigilada por la estatua
de Erasmo de Rotterdam y su Elogio a la Locura.
El jefe de la
organización de perfumes era una persona muy culta y que convivía en reuniones
muy elegantes donde este tipo de historias conmovía a los asistentes. No
titubeó en felicitar a Natán por “pescar” la idea de modernizar nuestro
concepto de jardines, y le pareció muy nutricio para los objetivos de la
organización tomar las mieles de Erasmo, Delft y el jardín fantástico. El
próximo fin de semana partiría Natán rumbo a Holanda, y recorrería ese mundo
del futuro en donde las ideas de tolerancia del Elogio de Erasmo se convivían
en una sociedad abierta al conocimiento y en convivencia plena con la belleza
como lo sintetizaba el jardín fantástico en la universidad de Delft.
Sofía había
reunido la información sobre los pétalos de flores que encontró en paquetes, el
primero resultó ser pétalos de hortensias azules y el segundo contenía pétalos
de camelias rojas. Le llamó a Natán, y le platicó la situación, en apariencia
se traficaban paquetes con pétalos de flores, o estaba cambiando la moda o
innovando una protesta, desde tiempos antiquísimos uno de los amantes regalaba
al otro ramos o hacía guirnaldas o cortaba una y la ponía en sus cabellos, o
cortaba muchas y decoraba hasta las habitaciones del amante, pero regalarte
pétalos en una caja cerrada, parecía una broma macabra. Natán, sorprendido de
lo que platicaba con Sofía, le decía que abundara en detalles, era de mucha
relevancia para su organización lo que pasaba en Madrid, era posible que volviera
a visitarla en el verano. Sofía le comentaba que en el primer paso parecían ser
unos carteristas, y en el otro eran un mimo y un arlequín, el hecho es que
colisionaban, se caían y dejaban el paquete, y después de socorrerlos se
escabullían y no decían ni una palabra referente a sus paquetes. Era como una
entrega cómica, armaban un lío reclamándose mutuamente el paquete, que al final
se caían los dos o uno de ellos, y dejaban suelto el paquete, coincidía con la
llegada de Sofía que tomaba el paquete, preguntaba sobre el estado de los
peleoneros y era cuando salían huyendo y no decían nada. Extraño que en un
paquete vayan pétalos, que una pareja se pelee por el paquete, y que al final
te dejen el paquete como un regalo.
Sofía, un tanto
confundida, se imaginó que siempre el paquete había sido para ella, pero nunca
tuvo real gusto por esas entregas anónimas, y tampoco le gustaba que le
regalarán solo los pétalos de la flor, como si al cortarlos no le dejarán el
placer de cuidar de la flor, ponerlas en agua, dejar que transmitieran su
belleza en el adecuado jarrón, deseaba esa convivencia y no que le remitieran
unos pétalos cortados que posiblemente alguien herido de amor obraba así, ya
que dejar sin uso a una flor puede ser maligno, empaquetar los pétalos, entregar
el paquete y sugerir que el destinatario se encargue del futuro de esos pétalos
cortados parece ruin. Natán le comentó que de las flores se extraen esencias o
fragancias, y así los pétalos
pueden ser parte para la preparación de un perfume o el desecho en la
elaboración, puesto que las partículas de la sustancia olorosa, a veces
quedaban en las corolas, en los llamados granos de polen. El perfumado atrae a
los insectos que ayudan a la fecundación, al difundirse sustancias olorosas del
movimiento del polen en la flor, se garantiza la reproducción de la planta.
Así, todo es cuestión de olores, se sigue un olor, se completa la fecundación y
la vida prosigue, o se emite un olor y se está en espera de que el llamado sea
atendido.
Mucho material
que investigar, y Natán se sentía iluminado y agraciado con la posibilidad de
contribuir en el teje y maneje de esta telaraña de intereses sobre perfumes y
flores, sobre la locura y la belleza, sobre la vida y la fecundación.
Pero qué
descarados, Sofía no podía creer los métodos de los hombres para hacer el
cortejo a una dama, ellos siempre buscan sorprender y que el efecto permanezca,
qué curiosos tipos simulan pelear quién entregará el paquete de pétalos hasta
que se caen los dos, y el paquete suelto es recogido por Sofía. Dicen que el
perfume permanece en la memoria, así este episodio chusco del pleito por un
paquete de pétalos también tiene ese efecto, entre menos cotidiano sea un
hecho, más fácilmente la memoria lo recupera, es como poner un alto a lo que ya
sabemos y dirigir toda la luz a eso que es extraño, cómo mover los reflectores
del teatro a otra obra que no podíamos ver sentados en la misma butaca. Es por
ese movimiento de la luz que guía nuestra razón que aprendemos a percibir los
hechos de manera diferente. Un perfume hecho a partir de metano… Un regalo de
pétalos de flores… Un regalo sin ser entregado, para ser abierto, dejado ahí,
era mejor que entregarlo en persona… El regalo anónimo de pétalos de flores…
Como suponía el
Dr. Platonio Smart, a él no lo engañaban, había algo muy extraño en que países
con pobre desarrollo tuvieran a atletas que venzan a imbatibles. Los
seguimientos a deportistas llevados por sus colaboradores, arrojaron que según
sus muestras fisiológicas, el organismo de los deportistas parecía al de
habitantes en la tundra. Los superdeportistas vence-gigantes tenían dentro de
su organismo la resistencia de esquimales, y esto implicaba que o el ADN fue
injertado a pobladores de los países pobres o la hipótesis prohibida, había una
suplantación de identidad de individuos de la tundra que emigraron por algún
motivo a esos países pobres.
El Dr. Platonio
Smart aseguró que irían por partes, primero desecharían la idea del injerto de
ADN. No siempre es el fantástico ADN el que modifica a un ser para volverlo sobredotado,
influye mucho el medio ambiente. Si se encuentran en un país problemático, los
deportistas no progresan porque encuentran innumerables obstáculos, y esto
aunque posean una inteligencia que se diferencie, un físico que se diferencia,
el individuo de un país pobre se ve confinado a reproducir la forma de vida
común, como los encarcelados sin futuro, los marginados del éxito, los
condenados de la tierra. Así que los colaboradores del Dr. Smart buscarían lo
imposible, que se den esos saltos evolutivos donde francamente se dan
condiciones para regresar al primitivismo humano.
Se pediría sin
que esto causara molestia, que los delegados de los países ante el Comité
Deportivo Internacional entregaran muestras de cabello, uñas, y las tradicionales
de orina, copro y sangre, para investigar y concluir sobre los participantes
sobredotados de los pasados Juegos.
Como parecía
acordado, los rusos ya no se encontraban en los países calurosos y habían
regresado a la tundra, y los habitantes originales de los países pobres
acudieron a realizarse los estudios, les fueron recortados un pequeño mechón de
cabellos, y algunos fragmentos de uña, todo para que no quedara duda, había un
timo en los participantes que lograron vencer a los imbatibles. Eran originarios
de otro país o no participaron las
mismas personas, el registro de las muestras actuales no compatibilizaba con
los seguimientos que tenían los colaboradores de Smart sobre los deportistas
que realmente participaron. Alguno de
los científicos sugirió que podía haber una invasión extraterrestre o
intrusión de espíritus en los deportistas ganadores que habían frenado a los
imbatibles. El Doctor Smart dirigió sus investigaciones hacia lo paranormal,
porque no podía explicar cómo una persona podía tener ese rango de variación en
sus propiedades físicas y químicas, se sorprendía cómo una persona vagabunda
como el Odiseo de Homero que ya se quita sus harapos para derrotar a los
vanidosos pretendientes que querían quitarle su reino, su casa, su mujer. Otro
científico simpático, es que antes de participar en los Juegos se metían en una
cabina telefónica y se volvían super-humanos.
Clementine había
terminado su viaje a Nueva York, visitó a Natán cuando ya preparaba los últimos
detalles para su viaje a Holanda. La secretaria la anunció y fue recibida
inmediatamente.
-
Hola encantadora mujer, toma
asiento.
-
Muy amable, disculpa si te
distraigo parece que vas a salir de viaje pronto.
-
Me voy a Delft, si gusta
acompañarme.
-
Me sorprendes, has seguido mi
consejo, me gusta la aventura pero…
-
Entonces no iré solo, me
sentiría deslumbrado…
-
Jaja, regresarías loco,
recuerda lo de la piedra lunar que afectó a los astronautas.
-
Me trata como un bebé, que
apenas va a salir de la cuna.
-
Sí. En Delft tenemos al máximo
representante del mundo sin verdades absolutas.
-
Lo sé, está la efigie del gran
Erasmo de Rotterdam.
-
Un hombre tan precavido como
usted desentona ante la locura.
-
Se refiere a que no poseo
imaginación y siempre voy equipado hasta el tope.
-
Me refiero a que si no vengo a
visitarlo no me invita, y eso es estar digamos suspendido en otro mundo.
-
Jaja, eso dijo Sofía en Madrid,
me abstraigo y eludo.
-
Ahora, escúcheme, yo pagaré mi
boleto, nos veremos en el Hotel “Absurdo”.
-
Quería que fuera parte de mi
equipaje.
-
No le alcanzaría en la Aduana y
se tendría que quedar usted.
-
Hecho, es un gusto, nos vemos
en Delft.
-
Cuídate bebé, y ponte el
cinturón de seguridad, cuando llegues a Delft toma un taxi y hospédate en el
hotel, te estaré esperando.
-
Llegando a Delft, mantengo
contacto para informarle de mi llegada.
-
Jaja, no te vayas a equivocar y
vayas a aterrizar en la Luna, eso sí sería osado.
Natán comunicó a su jefe que la mujer que
le dio el enigma de Delft lo estaría esperando allá, y tendría sitio preferente
junto a una experta para apreciar en su dimensión correcta al jardín fantástico
rodeado de la aureola de libertad con Erasmo en la posteridad.
Dentro de las actividades del día, Sofía
había sido comisionada a otro evento deportivo-cultural, estaría atenta a
cualquier sospechoso en la Plaza de Toros, se daría el reencuentro entre un
torero ya mayor y su hijo. A Sofía le causaba franca animadversión, ver a
adinerados empresarios, políticos y clérigos comulgar el pan y el vino frente
al espectáculo de carnicería que implica que un torero haga sufrir a un toro y
luego lo maté. Pero ahí se encontraba, se movían torero, capote y espada, y el
toro inocente se dejaba burlar, hasta que lo empezaron a pinchar, los embates
casi tumban al torero pero el
público entusiasmado aplaudía el triunfo de un humano sobre la bestia, como
Teseo matando al Minotauro dentro del Laberinto de la Vida. Sofía sabía de la
filosofía, y sabía que la vida es como un ruedo y a veces te encuentras con
bestias y tienes que matar, no te queda otra que herir a la bestia porque ella
te puede herir a ti, y la vida quedar consumada. Sabía que las mujeres
admiraban el cuerpo, la gracia, los ademanes, los movimientos, creían que el
torero era como un muñequito de ballet y además era un gladiador, una
conjugación de perfección el bello y el fuerte que para triunfar debe ser
inteligente, eso era un torero.
Sofía seguía mirando cuando observa que dos
señoras gordas y vestidas de rojo saltan al ruedo, y la gente se empieza a reír
porque hacían mucho escándalo, se tironeaban un paquete hasta que las dos
señoras gordas se caen, y para esto fue cerca de donde estaba Sofía, ella se
había aproximado al ver el absurdo de dos señoras locas y vestidas de rojo
dentro de una plaza de toros, no eran ni bellas, quizá si eran fuertes por su
peso, pero eran brutas iban vestidas de rojo estando el toro en lidia, como
pidiendo ser notadas por los cuernos, por fortuna toro y torero no se
distrajeron de su duelo y dejaron a las gordas divertir a las mentes que habían
ido indispuestas a la fiesta taurina, entre ellas a Sofía. Mostrando su gafete
del Ministerio de Guerra, requirió al juez de plaza el permiso para desplazar a
las gordas tras los muros de contención, ella se quedó en la plaza hasta
terminar la función.
Natán volaba hacia Holanda, pensaba en
adquirir otro arreglo de tulipanes, y no creía en la dificultad de adquirirlos,
para con ellos poder dirigirse al Hotel “Absurdo” de Delft. Le dio curiosidad
que el negocio de flores se encontrará con la cortina casi cerrada, le
indicaron que la gente compra muchas flores y prácticamente le dejan sin
mercancía, por lo que no tiene caso mantener abierto el expendio cuando la
mercancía casi ha finalizado. Se preguntó de esa gente que se conforma con la
esencia y ya no acostumbra tener cerca flores, porque no solo el olor les da
majestuosidad a las flores, los colores son también para apreciar, así como su
forma geométrica y la disposición en el espacio. Es maravilloso lo que pueden
hacer con las flores, la suma o multiplicación, el adorno de una gran composición
con muchas o pocas flores, la imaginación que proyectan sus formas enredadas o
dispersas mostrando una naturaleza especial.
Llegando al hotel la llave le fue remitida
en el acto, era la habitación 320, ahí desempacaron su equipaje, y cuando
pensaba tomar un pequeño descanso, apareció Clementine:
-
Me pareció emocionante
descubrir quién era el caballero que traía unos tulipanes en Holanda.
-
Seguramente un extranjero que
también sabía su predilección.
Y Natán le
entregó el arreglo a Clementine, ella lo alzó y dejó el arreglo para
llevárselo, y entre las maletas cercó al pobre Natán, era una leona que tironeó
la ropa a un lado y le indicaba a Natán lo que seguía en el script, muy
cariñosa pero atrevida, no dejaba de forzar una experiencia diferente, le hacía
caricias pero también lo tomaba con fuerzas, en fin el pobre Natán hacía de
cuenta que se encontraba con una mujer-avión, con tamaño despegue lo mandaba a
otro lugar, pero aquí era Delft y no estaba ni cerca de Bali, Indonesia,
seguramente debió haberse precavido que aterrizaría en la Luna. Si le gustaba
ser amado, ser dominado, por una mujer que no daba pausa, y que te hacía
recordar como un buen perfume, todo lo que había hecho de ti, era una sensación
de que ella sabía que tú la deseabas, y ella siempre sentía el deseo tuyo como
parte de su turbosina. El viaje era para aterrizar hasta poco después que
extenuado tú ya no podías más. Clementine, había terminado, te esperaba en el
bar del Hotel “Absurdo” y era mejor que te apresurarás, es decir ve a lavarte y
muévete como la escena del Decálogo VI de Kieslowski, pero ni se te ocurra
escapar ni saltar por la ventana.
El bar del Hotel
“Absurdo” tenía tequila y vodka al frente, justo lo que hubiera imaginado,
prefirió el tequila con su acompañamiento de limón y sal. Ella prefirió un
whisky, y empezó el recorrido:
-
Te he dado un preámbulo de lo
que tú no has entendido.
-
¿a qué te refieres?
-
Aquí la rutina será puesta en
un saco y pondrás fuera de ti, todo eso que te has guardado por temor a que la
sociedad te juzgue y te condene.
-
¿a qué te refieres?
-
A lo que temes y has deseado.
-
Siempre que deseo algo, si me
cuesta conseguirlo mejor lo dejó a un lado.
-
Me refiero a que disfruta la
vida, será caótica.
-
Te refieres a lo imprevisto de
todo.
-
Exacto, el rey Tiempo ha muerto
-
Y con ello el Orden, la Razón y
todo lo que implique el Cálculo.
-
En efecto, aquí hay
Matemáticas, pero Absurdas.
-
He oído sobre eso, como decir
que dos paralelas se cruzan o que no existen las paralelas siempre hay una
diferencia en la pendiente.
-
Sí, doctor Gauss, la
probabilidad de que tú entiendas queda fuera del estándar.
-
Te refieres a que soy
excéntrico por estar fuera de la campana.
-
No, me refiero a que siempre
has sido un ordenado y desordenarte te va a costar.
-
Ok , te sigo…
-
Fuiste por los tulipanes y era
lo correcto, había un 90% de que fueras por los tulipanes porque te dije que me
gustaron, pero no me sorprendiste, hiciste lo que más te convenía…
-
Entonces…
-
Hay detalles que se esperan,
esos son predecibles, los detalles inesperados son los de más valor, porque te
asaltan, buscan tomar “el yo”, buscan desarmarte y que no halles como
responder.
-
Por ello, yo sigo callado.
-
Y muchas veces, seguirás
callado, no tienes nada que decir.
-
No se porque siempre tengo que
hacer el papel de estatua.
-
Jaja, haber cuenta, eso fue
simpático.
-
En España acompañé a Sofía a la
develación de una estatua, el requisito para dejarla trabajar era quedarme
callado y como estatua.
-
Eso, ella estaba trabajando,
ahora es al revés, toma tus notas y trabaja, pero evita salir con cualquier
comentario “inteligente”, preferible es no decir nada a no sentirse escuchado.
-
Ajá.
-
Es el mundo del revés, aunque
te digan “Buenos días”, no seas evidente y vayas a decir “Malas noches no”, o
te vayas con el francés y salgas con un “Bella jornada”, jaja, es mejor no
decir nada porque si no se reirán de ti.
-
Ajá.
-
Exprésate pero no caigas en lo
tradicional, estamos amordazados desde las fórmulas de cortesía, que los
idiomas se vuelven una inclinación hacia siempre decir “lo más propio”. Debes
percibirte que si empiezas con “es razonable…”, “lo correcto”, te voy a
desconectar como a Hal 9000.
-
Jaja
-
Aquí es parecido a la escena de
las flores parlanchinas en “Alicia a través del espejo”, o a esa escena de
tomando té con el Sombrerero Loco y la liebre de marzo.
-
Ok
-
No es posible darle
explicación, si juras que es el Apocalipsis, es mejor que sigas adelante, toma
tus notas y descífralas en tu país, aquí no hay cordura jajaja.
A eso se refería
ella, Natán estaba empezando a dar los pasos hacia la universidad de la locura.
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