THE TREE OF THE KNOWLEDGE OF GOOD AND EVIL: FAMILY OF GMO

107 Premios Nobel apuestan su prestigio lanzando una carta abierta donde critican actuación de la organización ambientalista Greenpeace. Lo más sobresaliente de todo esto, no es la descalificación a que se someten los Premios Nobel o la organización Greenpeace, ya que aunque se hace en forma de pregunta los Premios Nobel inquietan manifestando que las acciones de protesta (hasta sabotaje) de Greenpeace podrían tratarse de graves crímenes contra la humanidad.

El avance tecnológico nos favorece ya a quitar la camarilla de parásitos que no sean útiles al mundo moderno, llámense viejas aristocracias, banqueros explotadores o líderes anticuados como Peña Nieto, que hizo un papel ridículo en su visita a Canadá, simulando como es su personalidad ser un lacayo que vive en el "backyard", no soportó su misma actuación en la cual parecía ser "el de las orejas de burro" o el "idiota de la familia" (término que acuña Sartre a Flaubert), y aunque Obama y Trudeau le ponían la zancadilla al "golden boy" (apodo para uso en tierras mexicanas, ya que en el extranjero resulta un fraude) no parecía el Sr. Peña ser el estadista que se requiere para dialogar con los socios poderosos de Norteamérica, el Sr. Obama y el Sr. Trudeau hundieron a Peña en la triste tragedia de ser lo que manejó en su discurso, esto es, ser un político fuera de la modernidad, en su retórica del tipo "populista" y demagogo.

Pero, así como Peña es exhibido como parásito en su función de dirigente de México. así lo podría llegar a ser el Sr. Trump si cree que tiene las puertas abiertas para hacer lo que quiera en este hogar mundo de más comunicación por el avance de la tecnología. Y puede caer cualquier líder o personalidad que afecte al mundo libre, y aquí resalto que debe fortalecerse la tolerancia, caer en la censura es peligroso, caer en el juego de volver inapelable a la "opinión pública", que no es homogénea, y como se resume en el proverbio shakesperiano "con un enemigo vivo el reino peligra", así no se puede orientar un modo de actuar Bien o Mal, pero sí se puede fortalecer el respeto a quienes piensan o actúan diferente a la mayoría, "no porque todos se avienten al río para ahogarse, uno debe estar dispuesto a seguirlos para ahogarse también". No queremos que la pesadilla que narra Houellebecq en "Sumisión" se vuelva una realidad en Occidente, por ello no se debe fortalecer a las instituciones o asociaciones religiosas por encima de Estados laicos, debe ser la educación la que fomente la tolerancia y no el odio y la revancha por no pensar ni actuar de la misma manera que otros, si no apuntalamos las personalidades libres caeremos en la trampa en que se han atrapado los Premios Nobel, ya que se han lanzado al precipicio en conjunto, y manifestando ser un bloque, pero no es tan fácil para la sociedad actuar como un bloque, a menos que se encuentre en un régimen totalitario, por lo que los Premio Nobel pueden tener discrepancias en sus opiniones contra Greenpeace y por ahora pareciera que todos estos Premio Nobel apuestan al "todo o nada" contra Greenpeace al mencionar la posible incidencia en "crímenes contra la humanidad".

Lo mismo que se quiere endilgar a Greenpeace  por los hasta hoy prestigiados Premios Nobel, se puede aplicar a la camarilla de parásitos que viven robando del presupuesto público o de la explotación inhumana en todos los países como las viejas aristocracias, los banqueros rapaces y los políticos inútiles, pero no ha habido valerosos Premios Nobel todavía que se lancen en una cruzada contra los "últimos tiranos", incluyendo a líderes religiosos y de organizaciones extremistas que se rodean de fanáticos que pueden realmente sabotear la vida moderna.

Pero, da motivo de risa que las organizaciones supuestamente ecologistas no se pronuncien si están a favor o en contra de los Premios Nobel o de Greenpeace. Son unos verdaderos Ecotartufos, ecologistas de escritorio, pseudoecologistas, no tienen valor para emitir una declaración en pro o en contra de los Organismos Genéticamente Modificados en lo general, y menos envolverse en la controversia por el Golden Rice. Tal parece que los ecologistas son nuevamente del tipo "populista" y demagogo que señala Peña en su discurso, desde luego, han prohibido el uso de animales en los circos, y a los ojos de la gente inocente han salvado a los pobres animales del cautiverio y lucro con ellos. Además desean prohibir las corridas de toros, y para ello aluden de que se trata de "crueldad humana". Y los pseudoecologistas del Partido Verde mexicano para ganarse a la gente inocente con promesas sensacionalistas se atrevieron a establecer como bandera "la pena de muerte", como si quitar la vida fuera el mandato que resume su posición ecológica, quizá manifestando una orientación de "supervivencia del más apto" y la condena a la extinción de los débiles, esto no porque el criminal pague por sus delitos si la justicia lo condena, pero considerando que "matar una vida" es volverse homicida también, y se puede caer en la peligrosa actuación de quienes sin pruebas suficientes condenan al máximo castigo, llegando a ser tan bárbaros aunque se refugien en la legalidad como los que son señalados como extremistas peligrosos.

Pero, más aún, el dilema del Golden Rice, y del conjunto de GMO, nos lleva a Adán y Eva ante la prohibición de Dios de no comer los frutos del Árbol de la Sabiduría del Bien y el Mal, pero aquí lo que quiero manifestar es el debate, aceptar los GMO nos condena a un punto sin retorno donde la naturaleza tal como la conocemos se extinguirá y seremos invadidos por GMO, o además el hecho de consumir GMO nos conducirá a abandonar penurias o a volvernos "conejillos de Indias" y vivir como en el film "Cuando el Destino nos Alcance" (Soylent Green). donde los alimentos serán como unas cápsulas que contienen los nutrientes mínimos necesarios y seremos los pobres que sobrevivamos con los alimentos baratos, o quizá la Iglesia ahora se ha alineado con las poderosas transnacionales y nos ha puesto en la situación de aceptar los GMO porque el mismo Papa los ha bendecido, pero no falta que los científicos desarrollen una hostia transgénica o que los Premio Nobel escriban una carta a los líderes religiosos del mundo, claro desde el punto de vista científico, y condenen el atraso mental de ser fanático religioso.