No era gratitud sino arrogancia, y en lugar de orgullo, ese inmenso engreimiento. Vives hasta que te mueres y poco importa cómo te mueres.
Vivía y dependía, por así decirlo, de monedas robadas a esa gente respetable, segura y farisaica.
¿Pero Rodríguez no había muerto? ¿no había Leticia asistido a su funeral? Sin embargo, allí estaba.
Enemigo suyo era todo aquel que fuese lo que él hubiera querido ser o que tuviese algo que él hubiese querido hacer.
Peña de JUGADOR , ABOGADO o quizás GANGSTER de Chicago.
Fuera lo que fuese tenía aire de conocer las glorias del dinero y el poder.
No podía explicárselo, pero siempre que miraba ese río, por un momento no veía la sucia corriente sino lo que Ana había descrito, un torrente allá en el manantial de origen, un riachuelo fresco y cristalino lleno de truchas que descendía rápido monte abajo.
Agua joven, enérgica, alegre.
Mermaid de Cher.
Sombría, silenciosa y sin vida.
Mermaid de Guinea Pig.
El airoso tintineo y la oscilante luz le hacían compañía.
¿Quién iba a pensar que harías la locura de volver a casa con una tempestad como ésta? Cayó la noche.... abandonar la partida.
Bueno, no lo sabremos hasta el final.
Un abrazo a mi querídisima Pikis, y el recuerdo comenzó por unos deliciosos pepinillos.
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IL POSTINO
miércoles, 23 de enero de 2008
PIKIS & PICKLES
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