Una canción para despedidas: "Besame mucho".
-Ignatius -dijo con tristeza.
-¿Qué quieres? -contestó al fin una voz ahogada.
-Me voy, Ignatius. Quería decirte adiós.
Ignatius no le contestó.
-Ábreme, Ignatius -suplicó la señora Reilly-. Ven a darme un beso de despedida, cariño.
-No me siento nada bien. Apenas puedo moverme.
-Vamos, hijo.
La puerta se abrió despacio. Ignatius asomó al pasillo su cara gorda y gris. Los ojos de su madre se humedecieron al ver el vendaje.
-Ahora dame un beso, cariño. Siento que todo tuviera que acabar así.
-¿Qué significan todos esos tópicos lacrimosos? -preguntó receloso Ignatius-.
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