Visitas al sitio
IL POSTINO
sábado, 5 de diciembre de 2015
A DANGEROUS METHOD (La Conjura de los Necios, NOLA)
-¿Ignatius, no crees que quizá fueses más feliz si te tomases una pequeña temporada de descanso en el Hospital de Caridad?
-¿Te refieres por casualidad al pabellón psiquiátrico? -preguntó, furioso, Ignatius-. ¿Crees que estoy loco? ¿Crees que algún psiquiatra estúpido debería sondear en el funcionamiento de mi psique?
-Podrías descansar, cariño. Podrías escribir cosas en tus cuadernitos.
-Intentarían convertirme en un subnormal enamorado de la televisión y de los coches nuevos y de los alimentos congelados. ¿No comprendes? La psiquiatría es peor que el comunismo. Me niego a que me laven el cerebro. ¡No seré un robot!
-Pero, Ignatius, ellos ayudan a mucha gente a resolver sus problemas.
-¿Y tú crees que yo tengo algún problema? -aulló Ignatius-. El único problema que tiene esa gente, en realidad, es que no les gustan los coches nuevos ni los pulverizadores capilares. Por eso los meten allí. Porque atemorizan a los otros miembros de la sociedad. Los manicomios de este país están llenos de almas cándidas que sencillamente no pueden soportar la larolina, el celofán, el plástico, la televisión y las circunscripciones.
-Ignatius, eso no es verdad. ¿No te acuerdas del señor Becnel, aquel que vivía al final de la calle? Le encerraron porque salió corriendo a la calle desnudo.
-Pues claro que salió corriendo a la calle desnudo. Qué iba a hacer. Su piel ya no podía soportar la ropa de nailon que le bloqueaba los poros. Yo siempre he considerado al señor Becnel uno de los mártires de nuestro siglo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario