-¡Juaaaa! -le dijo al señor Watson-. Me dio usté una buena idea con esa mierda del sabotaje. Ahora el sabotaje me lo hice a mí, que me veo otra ve vagabundo. ¡Sí, señó!
-Parece que este sabotaje estalló como una bomba nucular.
-Ese gordo chiflao es una bomba nucular garantizá al cien por cien. Mierda. Se lo echas encima a alguien y resulta que to el mundo queda cogío en la lluvia radiactiva, le vuela el culo a to el mundo. Sí, señó. El Noche de Alegría anoche era un verdadero zoo. Primero el pájaro, luego aquel gordo desgraciao y luego tres tipas que parecían recién escapás del gimnasio. Mierda. Tós allí peleando y arañando y chillando y aquel gordo chiflao grandote tirao en la calle como si estuviera muerto, la gente peleando y maldiciendo y dando vuelta alrededó de aquel tipo gordo desmayao allí en la calle. Parecía una pelea de una película del Oeste, una pelea de una banda. Se juntó un gentío tremendo allí en la calle Bourbon. Parecía que teníamos un partido de fútbol. Y al final apareció la policía y agarró a aquella desgraciá de la Lee. ¡Sí, señó! Resulta que ella no tenía ningún amigo en la comisaría. Puede que detengan también a alguno de aquellos huérfanos a los que ella ayudaba. ¡Juaaa! Y aquel periódico envió un montón de tipos allí a tomá fotos y me preguntaron lo que había pasao.
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