Visitas al sitio

IL POSTINO

IL POSTINO

jueves, 25 de julio de 2013

CURAR UN MAL DE AMORES

(...) De no haber visto Elinor un freno a su pesar, en el triste rostro de su hermana, se podría haber divertido con los esfuerzos que hizo la señora Jennings por curar un mal de amores mediante una gran variedad de dulces y aceitunas, y un buen fuego. A pesar de todo, tan pronto como Marianne fue consciente de todo por tanta repetición, no pudo quedarse más. Con una rápida exclamación final, y haciéndole un gesto a su hermana para que no la siguiera, se levantó directamente y se apresuró fuera de la habitación.

 - ¡Pobre criatura! -exclamó la señora Jennings, tan pronto como salió-. ¡Cómo me duele verla! ¡Y además se ha ido sin acabarse la copa de vino! ¡Ni las cerezas secas! ¡Señor! Nada parece hacerle ningún bien. Estoy segura de que si supiera de algo que le gustase, mandaría buscarlo por toda la ciudad. Bueno, ¡es la peor de las cosas para mí que un hombre utilice a una bella jovencita vilmente! Pero cuando hay mucho dinero por un lado, y no se fija para nada en el otro, ¡que Dios nos ampare! ¡No se preocupan más por otras cosas!

No hay comentarios: