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IL POSTINO

IL POSTINO

martes, 10 de agosto de 2010

ETERNAS ROCAS

Al otro lado de los trigos sarracenos, las mieses y los centenos,
lejos de los terrenos arbolados, empolvados, herbosos y blandos,
al borde de un río en los espumosos remolinos,
ellas piensan, familiares de los lagartos y de las águilas.

Aspecto fantasmagórico, inercia y estupor,
juventud que sobrevive a los millones de años,
silencio de los corazones muertos y de las almas condenadas,
ellas tienen todo esto que perturba y todo esto que da miedo.

El río que aulla y obedece en su base
lo vuelven un espejo torrentoso y loco,
y, cuando el invierno lo hace desbordar de su agujero,
les golpea con la fusta espumada y les da una bofetada de cieno.

En el mes donde el céfiro lleno de suavidad
lleva los perfúmenes de la flor que mece,
el áspid ya viene a enseñar su cabeza en punta de lanza
al borde de la fisura y de la cavidad.

Ansiosas, dentro de la bruma, se diría que ellas esperan
yo no se qué punto de partida a los místicos adióses;
¿No tienen ellas la apariencia de ver? Y sin embargo punto de mira;
punto de oídos: sin embargo se les diría que ellas oyen.

Y, colosas afligidas de este país horrible,
ellas alarman a lo lejos los valles y las costas,
ya que el grito de los búhos, sus invisibles anfitriones,
es la fúnebre voz que solloza por ellas.

Agrupadas allí como un montón de monstruosas bestias,
ellas velan tristemente, los horribles peñascos,
ya que el sol les queme o que ellas sean atropelladas
¡por los fuegos zigzagueantes y rugientes de las tempestades!

Una de la que la punta oblonga imita a un machete,
y de la que cada lagarto tiene el aire de una herida,
roída por los hongos, la hierba y el moho,
se inclina con un aire espantosamente hastiado.

Otra figurando una tapadera de atáud
que estaría toda de pie bajo los grandes cielos pensativos,
hace tintinear por instantes sobre las hojas de los tejos
el eterno goteo de las lágrimas de la piedra.

Y todas, diversamente leprosas y jorobadas,
vuelven la soledad otra vez más desierta,
y por su solo aspecto que pasma y desconcierta,
dicen sus males sufridos y sus aburrimientos rezumados.

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