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IL POSTINO

IL POSTINO

jueves, 22 de julio de 2010

LOS ESTREMECIMIENTOS

De la tórtola al sapo,
de la cabellera a la bandera,
en flor de agua como a flor de piel
los estremecimientos corren:
los unos furtivos y pasajeros,
imperceptibles o ligeros,
y los otros pesados y prolongados
que os labran.
.
El viento para los tiempos oscuros o claros
engendra los estremecimientos amargos
que hacen pasar del fondo de los mares
al cabo de las velas;
y todo estremece, tierra y cielo,
el hombre triste y el niño alegre,
¡ y las vírgenes de las que los ojos
son las estrellas !
.
Ellos reflejan, más dulces, más temblorosos,
las confesiones de los amantes trastornados;
se dispersan en los campos de trigo
y los ramajes de los árboles;
vienen tempestuosos o alocados
de la montaña en los arroyuelos,
y son los hermanos de los reflejos
y de los murmullos.
.
Dentro de la mujer donde acumulamos
tanto amor y tantas sospechas,
dentro de la mujer todo es estremecimientos:
¡ El alma y el vestido !
¡Oh! ¡del que quisiera coger!
¡ pero apenas en la voluntad del deseo
él evocó el placer,
que él se roba !
.
Él es inocente y tranquilizante,
es el estremecimiento de la abnegación
por el que el alma es secretamente
recompensada;
un estremecimiento alegre nace de la esperanza,
un estremecimiento serio del deber;
pero el Miedo es el estremecimiento negro
del pensamiento.
.
El Miedo que pone sobre los caminos
los personajes sobrehumanos,
el Miedo en las manos invisibles
que reviste el árbol
de una caricia o de una mortaja;
que hace temblar como un abuelo
y que os vuelve, cuando estás solo,
blanco como un mármol.
.
¿De dónde viene a veces, de repente,
la angustia que te aprieta el cuello?
¿ Cuál problema insoluble y loco
te pone en desorden,
tú que la ciencia amarilleaste,
viejo ateo áspero y endurecido ?
- "Es el aburrimiento del Infinito
que me atraviesa"
.
La estridente quintaesencia,
Edgar Poe, rotundamente como el acero,
desprende un estrecimiento de hechicero
¡ que os cautiva !
Delacroix da a eso que pinta
un estremecimiento de tejo y de abeto,
y la música de Chopin
estremece toda.
.
Los anémicos, los frenéticos,
los tísicos cerosos,
autómatas cadaverosos
a la voz perturba,
todos esperan con pavor
el regreso de este estremecimiento frío
y monótono que mengua
y que arrecia.

Ellos hacen temblar sin cesar
a la Miseria en el rostro decrépito,
esa que merodea y desaparece
pálida y flaca,
sin albergue y no teniendo más para el invierno
que un raído pequeño chal verde
que se retuerce como un gusano
bajo el viento frío cruel.

Estremecimiento de vida y de salud,
de juventud y de libertad;
estremecimiento de aurora y de belleza
sin resentimiento;
y además, estremecimiento del mal que muerde,
estremecimiento de la duda y del remordimiento,
y ¡estremecimiento final de la muerte
que nos consume!



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El tejo, árbol de la oscuridad, de la penumbra, de la muerte.

El abeto, el árbol de la Navidad, de la alegría y la prosperidad.

El tejo, al igual que el abeto, son árboles que permanecen verdes durante el invierno cuando el resto de la naturaleza muere.

La expresión "sentir le sapin" significa "oler al abeto", pero es usado para expresar "oler a muerte".

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