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IL POSTINO

IL POSTINO

sábado, 17 de julio de 2010

ABSENTA

Largo tiempo esta figura obsesionó mis miradas
y al eterno suplicio aquel Dios me condena,
en los rayos tenebrosos de sus dos ojos azorados
se engañó ferozmente dentro de mi corazón y mi cráneo.
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Su horrible recuerdo me aparecía: y, la noche
sobre mi albergue donde el Miedo a lo largo de los muebles repta,
esta cara donde ríe sarcásticamente un formidable aburrimiento
brillaba en las paredes, y sobre la pantalla de mi lámpara.
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Había de la serpiente, del tigre, y del sapo.
Pero para poder hacer un bosquejo vivo
y terrible, haría falta la pluma de Edgar Poe,
¡ esta pluma de abismo, infernal y sabia !
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¡ Oh ! ¡ este largo gabán abotonado hasta el cuello
y estos dedos azules también más velludos que los del mono !
¡ Oh ! ¡ el innombrable horror de este brazo sucio y fofo
que parece temblar debajo de la mugre de la ropa !
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¡ Oh ! ¡ nunca los sombreros de los más sombríos pintorzuelos
tendrán la poesía atroz de su rotulador !
Pobre zapato, había de innobles escarpines
donde la putridez de los pies desnudos se tapa con burletes.
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Pero ¿por qué este ojo blanco, fijo y cadaveroso?
de dónde venía que tenía el paso poco seguro
y ¿qué él iba chirriante de un aire tan desgraciado,
como un perro rabioso que detiene su mordedura?
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¿por qué él vomitaba antes que no escupiera?
¿él tenía la náusea amarga de la vida?
¿y por qué cogía su cabeza que meneaba
con un furor de turbación regular?
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¿él tenía pues en el corazón tan estridente remordimiento?
que en medio de la calle, en cara de los policías,
tartamudeaba las palabras de veneno y de muerte
con una risa horrible que se mojaba de lágrimas.
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¿él estaba loco, teniendo la atrocidad
de un poema vivo pleno según antítesis?
- Así yo alimentaba mi curiosidad
con el vitriolo de las negras hipótesis.
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Pero una noche de invierno morbidamente brutal,
yo aborde lo que estaba pasando sobre una sombría alameda,
y hundiendo mi mirada sobre su globo fatal
yo ose decirle con una voz ahogada:
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"Execrable desconocido del que el aire inquietante
podría hacer abortar una arpía encinta,
¿Qué eres tú? ¿Verdugo, Mártir, Asesino o Satán?"
Y él me responde: "Yo soy bebedor de absenta".

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