Paz a estos desgraciados Espíritus
en que el Odio se acostumbra
y cuyo destino se resume
en masticar los venenos amargados.
La justicia acalla sus gritos
y les rebaja su espuma:
Paz a estos desgraciados espíritus
en que el Odio se acostumbra.
¡Pobres enanos torcidos y mal desarrollados
que su impotencia consume!
compadezcámosles luego sin resentimiento
y perdonémosles sin desprecio:
Paz a estos desgraciados Espíritus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario