GRILLO POETA Y HORMIGA PRUDENTE

Dos insectos de raza tenían el mismo agujero:
El uno, grillo delicado, pasablemente poeta,
melómano empedernido, merodeador, huraño y loco;
Y el otro, una hormiga prudente y siempre en búsqueda
de apreciar al mejor futuro dentro de su cabeza,
Pero los dos tenían tiernos acuerdos
dentro de su amor de los prados, de las rocas y de las cosechas:
Un monte bajo les causaba voluptuosidades iguales,
y el alba llenaba de contento y de estremecimientos alegres
a la reina de las hormigas y al rey de las cigarras.

Cuando el grillo quería ir no se dónde
y arriesgar su cuerpo endeble al viento de la tormenta,
la bonita hormiga le encerraba con cerrojo,
y su hechizo hacía tanto la conquista,
que esto retenía al ingrato en el pequeño albergue honesto.
La ranita verde del bosque y la de los berros
admiraban en ocio sus amables maneras
cuando ellos daban gritos a lo lejos de sus recorridos conyugales,
y el pájaro celebraba con fuerza canciones
a la reina de las hormigas y al rey de las cigarras.

Ellos volvían a entrar todas las noches a la hora donde el búho
gime lúgubremente como un mal profeta.
El grillo quería salir a tomar excesivamente el placer,
pero la hormiga decía: "yo estaría inquieta,
"¡por el amor de Dios, ven a dormir! ¡y yo tendré el alma en paz!"
¡Así era todos los días! Amigos del mirlo y de los pinzones,
queridos del escarabajo y temerosos de los gorgojos,
ellos saborean en paz sus comiditas frugales,
y el cielo bendijó sobre la hierba y los matorrales
a la reina de las hormigas y al rey de las cigarras.



ENVÍO

Princesa, que me enseña dentro de sus santas lecciones
que el trabajo y la virtud son los verdaderos escudos,
¡Oh tú! que de ternura y amor me regalas,
No te parece a ti, dime, que nosotros conocemos
¡a la reina de las hormigas y el rey de las cigarras!