invisible como un remordimiento
que marchita, tan preparados para la muerte,
la boca rosa y el ojo de la llama.
.Ella os sorprende dentro de su trama
y os clava su diente que muerde.
La enfermedad es una mujer
invisible como un remordimiento.
.Que ella sea elevada, extraña, infame,
¡con ella siempre se tiene fallo!
ella os vacía, ella os retuerce
la carne, el espíritu, el corazón y el alma;
la enfermedad es una mujer.
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