ídolo tan remilgado y tan falso:
Dentro del olvido yo cavó la fosa
oblonga y fría donde yo te pongo.
.
.
No creo que sobre mis cumbres
¡hasta a mí tu espectro se alce!
te sepulto para siempre,
ídolo tan remilgado y tan falso.
.
.
Yo estoy muy sólo en el mundo, pero
contra mí mismo yo me sostengo,
y el ascetismo que yo me pongo
me volverá a vestir en adelante:
Te sepulto para siempre.
Dentro del olvido yo cavó la fosa
oblonga y fría donde yo te pongo.
.
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No creo que sobre mis cumbres
¡hasta a mí tu espectro se alce!
te sepulto para siempre,
ídolo tan remilgado y tan falso.
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Yo estoy muy sólo en el mundo, pero
contra mí mismo yo me sostengo,
y el ascetismo que yo me pongo
me volverá a vestir en adelante:
Te sepulto para siempre.
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