Fresco como la hierba que crece
dentro de la granja donde me gustó,
el bebé chupa su pulgar.
El mirlo que se agita
dentro de los matorrales peludos
fresco como la hierba que crece.
La roca donde el relámpago se debilita
la acarreaban; rey de los cachetones,
el bebé chupa su pulgar.
Él se rodaba en el musgo
y escalaba sobre los taludes
fresco como la hierba que crece.
Mucho tiempo, delante de la carita
de los pequeños borriquillos,
el bebé chupa su pulgar.
El charco donde le salpicase
tienta sus pies resueltos
fresco como la hierba que crece.
Cerca del gato que se irrita
y de los buenos perros viejos tragones,
el bebé chupa su pulgar.
¡Oh! dentro del agua de sonido que espumea
los puercos extravagantes
¡fresco como la hierba que crece!
Él seguía todo eso que cloquea
y delante de los bueyes fornidos,
el bebé chupa su pulgar.
A la voz lejana y suave
de un tañido o de un ángelus,
fresco como la hierba que crece.
Dentro de la noche vidriosa y rojiza,
bajo los robles carcomidos,
el bebé chupa su pulgar.
¡Pero la muerte viene y nos impulsa!
Él fue uno de sus elegidos
fresco como la hierba que crece.
Un día se me dice: "Él tose."
sin embargo, enfermizo y lisiado,
el bebé chupa su pulgar.
La muerte le lleva sin sacudida:
y amarillo, ¡desgraciadamente! No siendo más
fresco como la hierba que crece
el bebé chupa su pulgar.
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IL POSTINO
miércoles, 11 de agosto de 2010
UN DÍA SE ME DICE: "ÉL TOSE."
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