Los toros, en el perfume
de la espuma,
recorren la hierba rojiza,
y cada uno
brama al sol difunto;
la ráfaga que ríe ahogadamente
se espanta
dentro del ambiente oscuro.
Y el barranco cruel,
sordo y pelón,
tiene la humedad fiera
de un túnel;
y como un criminal,
la nube se salva,
gris y malva,
dentro del cielo.
Los sauces convulsos
y deformes,
los agujeros, las rocas enormes,
los abismos,
los viejos caminos fisurados,
los matorrales multiformes,
y los olmos
agrietados,
Y el agua tranquila que duerme
dentro de la tierra,
negra y más solitaria
que un remordimiento:
un largo murmullo saca,
un largo murmullo austero
de misterio
y de muerte.
En la charca cenagosa que hacen
los viburnos,
bajo la bóveda sin límites
y sin fondo,
todo se aleja y se funde;
la sombra borra los cuernos
de los bueyes
que se van.
Y el caracol sin ruido
repta y babea;
la oscuridad se agrava,
el viento huye;
y el pájaro de medianoche
flota como un naufragio
dentro de la cueva
de la noche.
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IL POSTINO
martes, 3 de agosto de 2010
NAUFRAGIO DENTRO DE LA CUEVA DE LA NOCHE
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