El musgo ama la piedra dura,
el contorno que el rayo electriza,
el tronco nudoso como un fémur
y la roca que se gargariza
en el torrente del barranco oscuro.
El musgo es negro sobre el viejo,
en las ramas del roble el musgo es gris,
y verde en la orilla del arroyo puro,
el musgo.
En la mañana, en la época del trigo maduro,
este bonito vegetal que roza
sopla un perfume cadavérico que embriaga:
Él bebe las lágrimas del azur,
y la mariposa vibra sobre
el musgo.
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IL POSTINO
sábado, 7 de agosto de 2010
EL MUSGO
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