DENTRO DE SU PENUMBRA VERDE

A la hora donde el grillo rasca su estribillo,
cuando el día se va del mundo curioso,
el cenador profundo, en el banco misterioso,
se estremece mirando la montaña eterna.

Allí, mi sueño embriagado de una paz solemne
persigue despreocupadamente su vuelo silencioso,
ya que todos los ruidos de la noche, roncos y graciosos,
llegan tamizados dentro del buen cenador.

En las cuatro esquinas del cercado, el menor viento merodeador
arrastra el salvaje y resinoso olor
de las ramas de abetos de las que el cenador es recubierto;

Y de lejos, el sol que muere dentro de los cielos blancos,
a través de su cercado de follaje tembloroso
suelta un rayo púrpura dentro de su penumbra verde.